Bad Boy [KOOKGI] -OS-

«Baja la cabeza y escucha»

Kim Hye no entendía, ella realmente se sentía confundida ante Jungkook. Era bonita, tenía un oficio, amigos por todas partes y su padre era un CEO reconocido. ¿Entonces por qué Jeon no volteaba a verla?

Se sentía tan fastidiada, molesta por la maldita camisa blanca de mangas cortas que utilizaba para el trabajo. Oh diablos, esa camisa del demonio parecía explotar cada vez que la usaba y aquellos brazos definitivamente la volvía loca, estúpidos tatuajes que la habían hecho caer.

Pero la molestia no terminaba allí -porque alguien debía ser jodidamente bueno para molestarla tanto o eso quería creer-, más bien se extendía al ver aquellos pantalones negros apretar los muslos del insolente aquel, Hye jura que podría morir entre ellos y sería la más feliz.

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Jeon, sintió la penetrante mirada de Hye sobre el pero el no volteó ni la miro estrictamente a ella, no cuando tenía su mente estaba fija en los muslos apretados de Min Yoongi. Aquellos muslos que lo volvían tan irremediablemente loco, bendito sean los padres del menor por crear un ser de aquellas características.

Con esos pómulos afilados, que el muere por acariciar. También aquellos ojos que lo dejaban hechizado con solo posarse un momento en su existencia. Las caderas -tampoco tenían piedad del pobre Jungkook- estrechas y pequeñas llevan a imaginar cosas que su madre iba a desaprobar claramente. También tenía esa sonrisa de gomita, que cada vez que le otorgaba lo hacia temblar cual hoja en medio de un tormenta.

Sonriendo como un idiota guardo el trípode de su camara en el estuche, Hye y su vestido de seda roja pasaron a un segundo plano. Observo sus fotografías con satisfacción y levantó un pulgar al aire. Definitivamente, Jeon Jungkook era un chico malo.

Su pequeño asistente suelta una amago de sonrisa, el y sus pantalones ajustados se pavonearon a la salida mientras sus brazos cargaban catálogos y su hombro, una segunda cámara. Jungkook sintió algo palpitar y salió rápidamente detrás de él.

En el pasillo, Jeon enredó su brazo en la cintura de Min. Todo bajo la atenta mirada de Hye, a su lado su compañera sólo pudo soltar una risa.

Pobre e inocente niña de papá.

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Yoongi soltó una estúpida risa inocente al ser aplastado contra la pared del estacionamiento, pequeño y arrogante mira fijamente el rostro serio de Jungkook. Llevaban jugando aquel estúpido juego tanto tiempo, que el problema en los pantalones de Jeon presiona parte del muslo del menor.

Los labios del menor se abren levemente y brillan a contra luz, bendita decisión de ponerse bálsamo en la mañana. Tanto que Jeon quiere devorar esa boca pero su orgullo de chico malo no le deja.

Joder, a el jamás le había pasado aquello. No estaba hecho para estar detrás de un chico o chica, ellos revolotean a su alrededor y no al revés. El no iba a perder aquella apuesta, aunque no tuviera que pagar nada que le molestara; le preocupa su orgullo y nada más que eso.

Pero Yoongi abre la boca y el chico malo sabe que está en problemas:

—Baja la cabeza y escucha.- Los delgados brazos enfundados en una camisa a cuadros se terminan enredando en el cuello tenso.— ¿Te lo dije, no es así? Que estarías detrás de mí tú también.

—No soy tu juguete, pequeño arrogante.- La mueca de Jungkook se endurece y Yoongi siente mariposas en su interior.— Tan creído y arrogante.

— ¡Oh no, eso no es verdad! Por favor, sigue escuchando.- Los belfos suaves se posan con la delicadeza de una mariposa sobre la piel necesitada de Jungkook, siendo específicos la piel de su mejilla.— Te elegí chico malo, tu forma de vestir tan chic y tu andar descuidado; me gustan.

Jungkook sonríe de lado, lleno de orgullo. El agarra de sus brazos se endurecen y el comienza un beso. Más allá de un simple toque, esta vez hay lenguas en pleno reconocimiento, fiereza y deseo, mucho deseo. Sus dientes chocan de vez en vez, están tan desesperados por besarse que no importan las manos traviesas de el mayor sobre el vientre suave y lechoso o la manos pálidas abriendo una hebilla de cinturón, dispuestas a liberar del sufrimiento al doloroso pene erecto que le pertenece.

— No hay escapatoria chico malo, no hay salida ni pequeña grietas por donde huir.- Las piernas delgadas se enredan en la cintura del mayor mientras que traviesas manos juegan con un voluptuoso trasero.— Lo único que puedes hacer es seguirme.

Jeon gruñe, mientras lo carga hacia la camioneta. Los fuertes brazos lucen tensos y los tatuajes hacen contraste espacial con el cuerpo menudo entre ellos. Yoongi suelta un gemido al sentir el asiento trasero chocar contra su espalda.

—Si soy un chico muy malo, definitivamente seré el tuyo.- Yoongi suelta un suspiro al verlo entre sus piernas y sonríe de lado.

Tonta Hye, la idea no era morir entre los muslos de Jungkook.

Era cien veces mejor tener tus muslos a la disposición de el, mucho más si se metía entre ellos.

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Literalmente lo acabo de escribir recién.
Dedicado a DD0LIE porque según ella
escribo arte.
También a YOONINFA que ama a las red velvet como yo.
Recuerden que Jungkook
es el bad boy de Yoongi ahre.