| Paso 1

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❝ Mostrarle Seguridad ❞

[...] la clave para enamorar a alguien, se da cuando muestras seguridad ante cualquier hecho que se pueda dar, dejando en claro que no te rendirás.


El rubio había abordado el recinto de los vengadores a penas se vio llegando a la tierra de su viaje hacia Asgard, aterrizando en la extensión que cierto castaño había creado solamente para que no arruinara los páramos siguientes que a los alrededores se encontraban.

—¡Amigos míos, he vuelto!—un estruendoso grito resonó por las sólidas paredes de concreto, alertando a quienes se hallaban ahí tratando de pasar su mañana con algo de tranquilidad.

Una melena pelirroja se dejó ver de entre el pasillo que daba hacia las habitaciones y demás cuartos que se encontraban solos debido a la poca presencia que se podía sentir en ese edificio. El de orbes azules no se hizo esperar, abriendo sus brazos a la par, atrapando a la contraria entre ellos de manera espontánea y alargada.

—¡Amiga Natasha! ¡Cuánto tiempo de no verte!—espetó con una inmensa alegría el más alto, sosteniendo con efusividad a aquella delgada chica.

—Grandulón, bájame, me asfixias.—los brazos de la chica se hallaban presos de los contrarios, evitando a toda costa el que pudiera liberarse de ellos—Solo han pasado tres días desde que partiste, nadie te ha extrañado.—dijo con suavidad la más baja cuando sus pies por fin pudieron tocar la alfombra de el salón principal, dejando relucir una de sus típicas sonrisas ladinas y preciosas.

—¿Cómo osas decir que nadie ha extrañado mi presencia?—preguntó el rubio, cambiando su semblante de felicidad a uno de falsa indignación.

—Porque es totalmente cierto, grandote.—una tercera voz se hizo presente en la sala, ambos voltearon hacia las escaleras que daban al taller en el que Tony solía pasar la mayor parte de su tiempo.

Con sus típicos pantalones deportivos y una camisa sin mangas, como era ya costumbre de él, se adentró al espacio que compartían los que antes se habían encontrado ahí, limpiando de sus manos y brazos la grasa que había adquirido en su estadía en el cuarto que era su predilecto de ese recinto.

~

El llegar a la ciudad de Nueva York le había dejado exhausto, fatigado y con mucha hambre, una ciudad como aquella no solía descansar, por lo cual, se había decidido por llegar a tomar un respiro a la construcción destinada a los héroes míticos, o como los solían llamar, los "Vengadores".

La efusividad de encontrarse con sus compañeros se atribuía a darles todos los tratos que solían merecer por todos los esfuerzos que daban en el campo de batalla, su padre estaba orgulloso de que fuera parte de aquel equipo de salvadores en Midgard.

—¿Cómo es posible que no hayan añorado la presencia del dios del trueno?—hizo un leve mohín con sus labios al verlo entrar, tan deslumbrante y pulcro como siempre, quizás si omitía toda esa grasa de arduo trabajo, podría decir que se veía impecable, como siempre lucía.

—Nadie añora tus atascones de comida, Thor-pe, vacías los almacenes de comida antes de que yo pueda decir Capipaleta.—observó sus ojeras caerse ante el falso reproche que estaba dando.

Caminó algunos pasos hasta quedar frente a él, mirándole desde arriba dada la diferencia de altura, acercando con curiosidad las yemas de sus dedos a aquellas bolsas oscuras que se marcaban, recorriendo con ellas esa oscureza que cubría sus lagrimales inferiores.

—Si fueses mi cónyuge , dormirías bien todos los días.—bramó con un pequeño carraspeo el rubio, siguiendo el compás de caricias que propiciaba en los ojos ajenos.

—¿Me ves cara de mujer? ¿Tengo senos?—sin quitar el agarre del ajeno, cruzó sus brazos con su típica voz sarcástica, sin dejar su semblante de total relajación e ignorancia.

—Yo jamás hablé de que fueses mujer, Stark.—murmuró con suavidad, alcanzando la muñeca ajena mientras palmeaba esta con su pulgar, dejando sin rudeza las mejillas ajenas.

—No podrías conquistarme ni aunque te lo propusieras, Beach Boy. —dijo Tony con su característico deje de sorna

Se inclinó levemente, rozando sus labios con el dorso de la acanelada piel contraria.

—Estoy completamente seguro de que puedo enamorarte-dijo con suavidad, aun sin soltar la mano ajena—; de hecho, lo estoy haciendo ahora.—y de una manera rápida, depósito un casto beso cerca de los nudillos, sin dejar la palma libre de sus falanges.

Y mientras se vieron sumergidos en los orbes ajenos, varios flashes de cámara cruzaron sus ojos, haciéndolos volver a la realidad de la que se habían alejado

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Y mientras se vieron sumergidos en los orbes ajenos, varios flashes de cámara cruzaron sus ojos, haciéndolos volver a la realidad de la que se habían alejado.

Natasha estaba tomando fotos.

☔ ☔ ☔

hola¡!

eme aquí con un nuevo proyecto, el cual va enteramente dedicado a una de mis mejores amigas g-gayporn
la cual, a parte de darme la idea, creó las portadas, te mamas, neta t amo, uss del hijo de doña chole.♡

sin más qué decir, espero que disfruten de este mini fic Thunderiron.♡

7 pasos para enamorar a Tony StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora