La venganza del sexto monkey

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Mexicali, lunes 25 de febrero de 2019

Hacía una noche fabulosa. Daba gusto estar de nuevo en México. A pesar de no poder usar su verdadera identidad, como Leticia no se vivía nada mal. Los negocios iban sobre ruedas y Altagracia comenzaba a amasar una fortuna casi tan grande como la que había perdido años atrás. Poco a poco iba a dejando su pasado atrás, junto con su nombre. Leticia era una mujer feliz, nunca nadie la había herido.

Tras cerrar un negocio millonario, brindó con sus nuevos socios y dio un sorbo a su copa de Champagne mientras se dejaba adular por dos tontos, que, creyéndose con posibilidades, competían por su atención.

De pronto Matamoros irrumpió a toda prisa en el salón, tenía cara de preocupación. Altagracia se levantó de inmediato. Sabía que Matamoros no interrumpiría una reunión de negocios si no fuera algo grave.

- Doña... Leticia- disimuló Matamoros ante los presentes- tiene una llamada, es urgente.

Altagracia pudo ver la preocupación en su rostro, así que se disculpó de sus invitados y siguió a Matamoros a fuera del salón.

- ¿Qué pasó Matamoros? - preguntó cuando estuvieron a solas- me estás asustando.

- Es Daniel, Doña, pasó algo muy grave- dijo Matamoros extendiéndole el celular.

Altagracia se apresuró a contestar.

- ¿Qué pasó Daniel? - Preguntó Altagracia con un nudo en el estómago.

- Altagracia, hoy vino a verme Regina a la cárcel...- comenzó Daniel- la semana pasada tenía que haber venido Mónica, teníamos que tratar un asunto de la fundación. Pero ella no llegó. Tampoco llamó para avisar, no supe nada hasta hoy.

- ¿Nada de que Daniel? ¿Qué te dijo Regina? - los nervios de Altagracia iban en aumento- ¿Le pasó algo a mi hija? ¿Dónde está?

- No lo sé Altagracia. Nadie lo sabe...- contestó Daniel.

- ¿Cómo que no saben dónde está Mónica? Habla claro Daniel - le exigió ella.

- La secuestraron Altagracia, hace más de una semana. Me acabo de enterar. - dijo Daniel.

- No, no, ¿cómo que la secuestraron? ¡eso no puede ser! - Altagracia se negaba a aceptarlo- pero no ha salido nada en los noticieros, ¿cómo es posible? ¿Seguro que entendiste bien Daniel?

- Sí, Altagracia- contestó Daniel- Regina estaba desesperada. Ella sigue albergando la esperanza de que estás viva y contactó conmigo por eso. Te necesita para encontrarla.

- Cuéntame todo lo que sepas- le pidió- ¿Quién fue? ¿Han llamado para pedir rescate?

- Nadie ha llamado, pero creemos saber quien fue. Hace unos años a través de la Fundación Saúl y Mónica, descubrieron una casa de prostitución ilegal, y consiguieron detener a algunos de los responsables. Poco después nos enteramos de que había gente muy poderosa involucrada en el asunto, al parecer era parte de una red de trata que opera tanto en el país como en el extranjero...

- ¿Me estás diciendo, Daniel, que a mi hija la tienen unos traficantes de mujeres? - miles de imágenes se cruzaron por la cabeza de Altagracia. Su pasado, su hija.

- Y eso no es todo Altagracia...- continúo Daniel- Saúl...

- ¿Qué pasa con Saúl? - pregunto ella.

- Está muerto. Lo mataron, Altagracia- dijo él- trató de protegerla, pero no pudo.

Saúl, muerto. Esas palabras resonaron en los oídos de Altagracia con un eterno eco, que cortó su respiración. Millones de recuerdos, felices, dolorosos. Risas, lágrimas. Amor, odio. Pero nunca indiferencia. Saúl estaba muerto, igual que César. Lo habían matado enfrente de Mónica. Todo en su cabeza empezó a dar vueltas como una peonza y Altagracia perdió el conocimiento.

One-shot: La venganza del sexto monkeyWhere stories live. Discover now