Sufrimiento Post Apocalipsis

Después de la mortífera tormenta nuclear, los gritos y los llantos cesaron por unos momentos

Yo sostenía en mí mano una rebanada de pan viejo, arrancando migaja por migaja me alimentaba

Arrancándolas una a una como los pétalos de una rosa de primavera

Oía algunos murmullos y quejidos que venían del corredor, pero ya dejé de prestarles atención

Me levante de mi sucia colcha, tiré el pan y fui a verme a un espejo casi roto por mi propia locura

Era un ser grotesco, repulsivo, asqueroso y deforme, me daba tanto asco

Mi piel estaba podrida y seca, no tenía nariz ni tampoco labios, mis ojos y mi cabeza estaban tapados por una máscara antigás deteriorada Mi cuerpo era como el de un esqueleto con una capa de piel arriba, mi destruida imagen me dieron ganas de vomitar

Vomité cosas negras y porquerías que ni yo sabía de donde eran, algunas se movían y otras gritaban

Salí al pasillo y veía a mi compañero devorando un trozo de carne podrida de dudosa procedencia, al verlo mejor me di cuenta que era su pierna, se estaba comiendo a si mismo mientras lloraba de angustia

Lo ignoré y seguí mi camino hacia afuera del abandonado lugar, todo a mi alrededor estaba muerto o esperando a morir

La sirena de evacuación sonaba aterradoramente, se aproximaba otra ola de muerte

Extendí mis brazos, miré hacia el cielo por unos segundos y cerré los ojos, esperando ese cálido abrazo que me sacará de mi sufrimiento.