Capítulo 3: Noche de trabajo

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Los días pasaban con normalidad, Kakashi y Ayane ya habían presentado a Raiden con sus conocidos y amigos. Ayane se enteró de que Naruto pronto sería padre también, el nacimiento de Boruto estaba programado a pocos días. Es así como la nueva generación comenzaba a surgir, iniciada por ahora el nuevo miembro, Raiden.

La aldea era más tranquila, sí, pero el tamaño que ya había logrado alcanzar no la hacía más silenciosa, sino, todo lo contrario. Realmente todo había cambiado con el paso del tiempo. El ruido hacia que fuera más difícil el conciliar el sueño, tanto de Ayane como de Raiden. Pese a llevar ya varios días instalada en la aldea con Kakashi, aún no se acostumbraba, daba miles de vueltas en la cama, caminaba de un lado a otro, pero nada funcionaba. Esa noche Kakashi se había quedado en la oficina, por lo que decidió ir a visitarlo.

Una vez ahí, llamó a la puerta unas cuantas veces, por lo que la voz al otro lado la invitó a pasar.

Ayane: hola.

Kakashi: ¿qué hacen aquí? - exclamó un tanto sorprendido al verlos- ¿no te parece un poco tarde para que Raiden esté afuera? - dijo al mismo tiempo que tomaba a su hijo en brazos.

Ayane: lo sé, pero ni él ni yo podíamos dormir, a decir verdad, no tengo sueño, así que vine a ver si hay algo en lo que te pueda ayudar.

Kakashi: pues no hay mucho que hacer realmente, casi he terminado con lo que me hizo pasar la noche aquí.

Ayane: ¿qué era?

Kakashi: debía formar unos escuadrones nuevos, con el nacimiento del hijo de Naruto la mayoría de los ninjas estarán celebrando con él, así que alguien debe cubrir sus puestos en caso de emergencia.

Ayane: creí que estábamos fuera de amenazas.

Kakashi: es así, pero nunca está de más estar preparados. Sólo son medidas de seguridad.

Ayane: tú siempre tan precavido.

Kakashi jugueteaba con Raiden aún en sus brazos, escena que le encantaba mirar a Ayane. Raiden se había adaptado rápido a Kakashi y pronto ambos comenzaban a pasar tiempo juntos.

Ayane: Así que Naruto será padre, parece que fue ayer cuando aún eran unos niños.

Kakashi: El tiempo se ha ido volando para todos, primero Naruto y pronto los demás seguirán sus pasos. Es el ciclo natural de las cosas.

Ayane: Pues tú has sido el primero, inauguramos a la próxima generación de ninjas.

Kakashi: Sí, supongo que tenía que pasar en algún momento.

Llamaron a la puerta, ruido que atrajo su atención a ella.

Kakashi: Adelante.

Shikamaru abrió la puerta y se adentró en la habitación cerrándola antes de continuar hasta detenerse frente al escritorio de Kakashi. Éste lo miraba desde su silla con Raiden aún en sus piernas.

Shikamaru: Ayane-sensei, no esperaba verla por aquí a estas horas. –Dirigió su mirada a ella, quien se encontraba sentada al borde del escritorio, limitándose a sólo saludar con la mano.

Kakashi: ¿Qué es lo que te ha traído hasta aquí?

Shikamaru: Nada realmente, iba de regreso a casa y vi que estaba la luz encendida. Pero ya que estoy aquí, puedo informarte que el escuadrón de vigilancia de la zona sur de la aldea ha vuelto a terminado su jornada.

Kakashi: ¿Nada que reportar?

Shikamaru: Nada...bueno, dos de los miembros se quejaron de haber percibido algo extraño en el ambiente de la zona, pero no le prestaron mayor importancia. - Hizo una pausa al observar como el rostro cansado de Kakashi mostraba preocupación. – estoy seguro de que no es nada de qué preocuparse, después de todo, son las inmediaciones del bosque, es normal que se sientan extraños al adentrarse en él.

Kakashi: Pero...

Ayane: ¿Por qué tanta insistencia en ello?

Shikamaru: Kakashi ha estado algo paranoico desde que hubo rumores de haber visto a un supuesto dragón. Hemos investigado y vigilado, pero simplemente no hay nada.

Ayane: Hmmm...

Kakashi: ¿Sabes algo de ello? Se nota que no te crees el que sea un rumor o la imaginación de alguien.

Ayane: Claro que lo creo, sabemos perfectamente quién es el único dragón vivo, ¿no?

Shikamaru: ¿Lo ves? Además, desde que Seiryú apareció por primera vez, comenzaron a surgir historias de dragones, lo que te tiene inquieto no son más que historias.

Kakashi: De acuerdo, de acuerdo. El caso ya está cerrado. Gracias por haber venido, Shikamaru.

Shikamaru: Literal, no hay de qué. Es hora de que me vaya, Temari debe estar esperándome.

Kakashi: Adelante, no me gustaría estar en tu lugar, así que date prisa.

Ayane: Dale saludos de mi parte.

Shikamaru asintió con la cabeza y salió de la oficina, dejándolos nuevamente solos. Kakashi se puso de pie, mientras que con una mano sostenía a Raiden, con la otra terminaba de organizar los papeles que tenía sobre el escritorio.

Kakashi: Bien, hora de irnos.

Ayane: Te importaría esperarme un momento, necesito ir al baño.

Kakashi: Está bien. –Kakashi se volvió a sentar en su silla- sólo no tardes, muero de sueño.

Ayane salió de la oficina y se dirigió a los baños, estos se encontraban en al fondo del pasillo cerca de donde se encontraba la sala de conferencias para Hokages. En cuanto entró, se aseguró de cerrar la puerta con llave y se recargó sobre el muro que sostenía los lavamanos.

Ayane: Lo escuchaste todo, ¿verdad?

Dicho esto, la silueta humana de su dragón se materializó.

Seiryú: Sí.

Ayane: Me preocupa que haya conseguido llegar hasta la aldea, aunque... no ha dado más pistas de su presencia.

Seiryú: Unos cuantos avistamientos y una extrañeza en el ambiente no significan nada.

Ayane: Aún. Puede que estén pasando algo por alto, así qué...

Seiryú: ¿Iremos a investigar al bosque, cierto?

Ayane: Mejor aún, irás tú. Por ahora, no puedo ir contigo, necesito que me informes de ese lugar, si realmente puedes percibir algo o encuentras algo más...Hmm no sé. No quiero decirle a Kakashi aún hasta estar completamente seguros.

Seiryú: Será lo mejor. Me encargaré de buscar lo que necesitamos para confirmar o desechar ideas. Ya nos preocuparemos por qué hacer después.

Ayane: Te lo agradezco, en marcha entonces. Vuelve cuando tengas algo.

Seiryú desapareció nuevamente, esta vez se había ido, Ayane podía sentir cuando se separaba de ella. Suspiró ante su ausencia y volvió con Kakashi. Al entrar de nuevo a la oficina, Kakashi se encontraba dormido con su típico libro sobre el rostro y Raiden sobre su pecho, también dormido.

Ayane: Supongo que, algunas cosas jamás cambian. –Dijo para sí misma al ver aquella situación.

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De nuevo en acción, gracias por ser tan pacientes, trataré de actualizar lo más pronto y seguido posible!!! no olviden votar. ( Una disculpa si no había puesto nada en tanto tiempo, la Uni me tenía hasta el cuello y hasta ahora que son vacaciones me pude tomar el tiempo de escribir de nuevo) 


𝗘𝗟 𝗡𝗜𝗡𝗝𝗔 𝗗𝗘𝗟 𝗗𝗥𝗔𝗚𝗢́𝗡 𝗡𝗘𝗚𝗥𝗢 || 𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧Where stories live. Discover now