Cuando todo se acaba

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Entré como un rayo a mi pieza y cerré de un portazo. Me desmoronaba, cuando me aferré a la almohada ya no podía contener más las lágrimas, ni los sollozos.

En la oscuridad el dolor parecía multiplicarse por cinco, por diez, por cien. Si parecía malo después de escuchar sus palabras, en ese momento en el que las oía repetidamentes en mi cabeza, era peor. Al menos allí no podía huir, como lo había hecho antes, huyendo de él, de sus palabras, de ese lugar repleto de gente que me asficxiaba. No, solo me quedaba enfrentarme a la triste realidad, en esas cuatro paredes, porque no podía huir de ese lugar. No podía huir de la realidad.

Los temblores empezaron, y ya solo me dejaba undir en el lado de la derrota, de la desesperación, no quería aceptar. Cerraba los párpados, y cada recuerdo en mi memoria dolía desgarradoramente, y solo multiplicaba más las lágrimas. No pensaba, solo reaccionaba de la única forma que podía... no positivimante, ¿qué tenía de positivo? si todo era un desastre, veía todos desmoronarse junto conmigo, era cuestión de cerrar los ojos y ver los pedacitos en que se habían reducido mis sueños: todo a nada. Cerraba los ojos, y solo veía negro, lo alegre había desaparecido, me snetía en la más onda de las tristezas; mojando el almohadón con mis lágrimas, era conciente de que una pequeña parte de mi se preguntaba si podría seguir adelante. Y dolía pensar que no.

Desparecía todo con el tiempo, y yo solo quería negarlo, los sollozos incontrolables venían de eso, de decepción, de perdonar tantas cosas, que ver el fin, cuando no quería que llegara. Solo estaba tendida en mi cama, ahogándo todo sentimiento racional, porque todo lo que pasaba por mi mente era relacionado con él, y con el desastre, el caos. Y no hacía nada para detenerlo.

Porque sabía que todo era en vano, porque siempre lo fue; ahora me daba cuenta de que todo el tiempo era perdido, y que jamás volvería... que había sido una estúpida, y que todo por amor. Y por eso dolía tanto, en mi corazón, porque por lo que lloraba era amor, ¿cómo era posible que se acabara, si hasta hacía 24 horas decía quererme? Nda tenía sentido, pero a la vez el terrible dolor que me envolvía y me obligaba a respirar con dificultad era una muestra de lo real de todo. Y solo servía para que doliera más.

Cuando todo se acabaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum