Tras la pared

Parte 1

Nuestra historia sucede en una ciudad en la cual la delincuencia abunda, la inseguridad es parte del día a día, sin embargo sus ciudadanos ya están tan acostumbrados a vivir en ella que ni siquiera se dan cuenta de lo peligrosa que es o no se quieren dar cuenta.

La protagonista, Ella...

Que podemos decir de Ella, una estudiante prometedora de 18 años, cuyos días consisten en ir a la escuela a diario y trabajar de medio tiempo en una importante oficina de abogados, lo que poco a poco le habría llevado a usar su mente para saber analizar y actuar de una manera adecuada, ideal para su futura profesión.

Era martes 10 de abril, otro martes de aquel semestre, su ajetreado día consistiría en estar esclavizada en el instituto durante 8 horas y volver a casa encima a estudiar un poco más para poder cumplir el día siguiente con el resto de materias.

Así que a las 6 am se encontraba esperando el autobús que la llevaría al otro lado de la ciudad.

El día transcurrido normal, como todos los martes hasta el fin de la tarde, hora de regresar a casa, por suerte el autobús llego pronto, subió, se colocó sus audífonos, así que con aquella melodía emprendió su viaje. Un viaje muy corto, o muy largo para lo que le esperaba....

- Todos quietos.

Una gruesa voz sobrepaso el volumen de la melodía, Ella se quitó los audífonos y oculto su teléfono.

Se trataba de un hombre corpulento, enmascarado quien hizo que todos se bajaran de aquel autobús.

Abajo saliendo de unas camionetas monstruosamente enormes s iban visualizando varios hombres de las mismas características del primero, quienes con una mano en su arma y otra señalando a los pasajeros, los iban subiendo a cada una de las camionetas.

Poco a poco fueron clasificando a los pasajeros, Ella se encontraba en una camioneta en donde agazapadas fueron entrando cada una de las chicas de una edades entre 15-23 años.

Gritos se escuchaban y tras cada grito un golpe sordo que hacia el silencio nacer. Estar callado en ese momento era lo más inteligente. Ninguno de los hombres decía más nada, desde dentro todo era oscuro y las puertas no tenían cerrojos.

Tras un largo viaje el coche se detuvo, y una tras otra las hicieron salir.

A su alrededor Ella veía como lloraban mientras caminaban tras un largo pasillo gris, en donde las fueron formando, Ella muy asustada, decidió no llorar, ni emitir ningún sonido.

En ese momento se escucharon disparos, mientras que los gritos y sollozos fueron aumentando en volumen.