Pepito x Robertito (Ya no aguanto tanto amor) ¡HOT +18!

nueva escuela.

Narra Robertito:

Me encontraba feliz volando mi papalote en el parque de en frente de mi casa hasta que mi padre se me acerco.

-Robertito, tu madre y yo hemos hablado para que te cambien de escuela-Dijo y yo asentí- será bueno para ti, conoceras nuevos amigos.

-Bueno papi-Dije y seguí volando mi papalote mientras mi padre se alejaba algunos pasos y se recostó en el pasto junto a mi madre.

20.50

Mis padres me trajeron mi nuevo uniforme y útiles para prepararlos para mañana y poder asistir bien lindo a mi nueva escuela. escuche la puerta de mi cuarto abrirse y luego la voz de mi madre.

-hijo, en tu nueva escuela asiste un hijo de un amigo de tu padre, su nombre es Pepito, es dos años mayor que vos, pero dijo que estará fascinado en conocerte-dijo mi madre mientras me comenzó a ayudar a preparar las cosas

-Pues yo también estaré fascinado en conocerlo mami- dije alegre mientras me recosté en la cama y mi madre me tapo con las sabanas para luego apagar la luz e irse.

Robertito... mañana tienes escuela, no puedes hacerte la paja hoy..- pensé para luego suspirar y solo acariciar un poco mi corto miembro para luego dormir.

10:38

Mi mamá me acaba de levantar, así que me opuse las pantuflas y fui al comedor a desayunar mi mate con yerba ¨adelgamatee¨mientras que veía en la televisión un estilo de minion rosa muy sexy, llevaba un vestido naranja y hacia ruidos de cerdo, cosa que me resultaba muy excitante, tal vez por la noche lo mire.

Después de desayunar me fui a poner el uniforme y me coloque la mochila de Bob Esponja que mi papá me compró. Comencé a caminar hacía mi nueva escuela acompañado de mi primo lejano Martín y de su novio Pedro. Al llegar a la entrada de mi escuela ambos se despidieron de mi y se fueron, entre por las puertas hacía un largo pasillo, lleno de estudiantes con la misma vestimenta, caminé perdido por toda la institución hasta que un chico muy, muy, MUY, apuesto se me cruzo, era mucho más alto que yo, morocho, y con una bonita sonrisa, luego de observar su llamativa entrepierna le hablé

-Hola, soy Robertito ¿Y tú?-Dije amablemente intentando no observar el bulto en su pantalón.

-Ya se que eres Robertito, yo soy Pepito, mis padres me hablaron de ti-dijo e inserto un beso en mi mejilla muy cerca de mis labios, lo cuál provocó mi sonrojo.

-u..un gusto-dije atemorizado mientras el sonreía.

-¿Quieres que te muestre la institución?-Dijo 

-Si por favor.

ambos caminamos mientras el me decía a donde llevaba cada puerta, hasta que llegamos a la ultima habitación.

-Esta habitación solo se utiliza en el verano, el resto del año esta vacía- dijo- si algún día necesitas privacidad puedes venir aquí-dijo y no resistí, tome su mano y entre a aquel cuarto que estaba casi vacío, había una mesa en el medio de la habitación y un tacho de basura en un rincón, las persianas estaban completamente cerradas, impidiendo ver el patio. 

Me subí a la mesa y acerque a Pepito hacia mi y lo bese apasionadamente, él en poco tiempo me correspondió y cambio el beso de tierno a salvaje, su lengua recorrio toda mi cavidad vocal mientras sus manos reposaban en mis cinturas, por debajo de mi remera, tocando cada centímetro de piel que se encontraba en mi torso.

Pepito se separo del beso y comenzó a besar mi cuello dejándome marcas, comencé a soltar suaves y bajos gemidos hasta que me dio una leve mordida, lo cuál provocó dos cosas, un gemido elevado y una primera erección en mis pantalones, todo iba de maravillas hasta que fuimos interrumpidos por el timbre.