Prólogo

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El pelirrojo miraba con burla a su padre, mientras oía como este le decía que se comportara como el omega dócil que debía ser.

—¿Para qué papá? ¿Para que cuando se canse de mí se busque a otra omega y a mi me deje en ridículo como el omega que no pudo satisfacer a su alfa y por eso se buscó a otra? O peor aún ¿con un jodido lazo roto? No gracias — el rostro de su padre se deformó por la furia que sentía en ese momento. — Tú crees que no sé que engañas a mamá y te juro que te vas a arrepentir toda tu vida si le haces lo mismo que a la madre de Jiwoo.

—Todos ellos eran buen partido para ti y los corriste como si fueran cualquier cosa, a un alfa debes de tenerle respeto — el alfa golpeó la mesa con el puño cerrado ignorando lo último dicho por su hijo, pero este ni se inmutó.

—¿Esos alfas idiotas?— preguntó el omega antes de soltar una gran carcajada —. Me causaron mas gracia que cualquier otra cosa, "seré tu alfa y como tal debes de respetarme" " solo te encargarás de atenderme a mí y a nuestras crías" "si no me obedeces te castigaré" "debes de dejarte dominar, si no seras un omega inservible"— trató de imitar a los alfas, negó con la cabeza mientras reía —. El día en que yo decida tener un alfa será por que mi omega y yo así lo sentimos, no porque tú o alguien quiere.

—Nos dejaste en vergüenza, omega estúpido, ante ellos soy el alfa que no supo educar a su hijo.

—¿Y crees que a mí me importa? — la pequeña charla que tenía con su padre se vio interrumpida cuando el joven recibió una llamada en su celular.

Aún bajo las amenazas y advertencias de su padre de no contestar porque "estaban en una plática seria", contestó.

Era su mejor amigo, Jungkook, quien lo invitaba a una fiesta esa misma noche. Jungkook era un alfa, alto, de cabellos y ojos oscuros que hacía suspirar a cualquier omega que lo viera, menos a Hoseok.

Ellos se conocían desde los siete años y él fue la primera opción para entregar a Hoseok, pero tanto alfa como sus padres se negaron porque no lo consideraron correcto. El dar omegas a los socios para quedar bien era cosa del siglo pasado, ahora tenían mas derechos y el estado los protegía, pero era algo que la familia Jung, que Dongsun aún no en tendía.

En fin, el pelirrojo siguió oyendo los reclamos de su padre hasta que se hartó y, sin importar los llamados de su padre, salió de la habitación con una sonora carcajada, enseñándole el dedo medio.

Hoseok aun no comprendía muy bien esa necesidad que tenía su padre con emparejarlo tan rápido, aún era joven y le quedaba mucho por vivir, mucho por experimentar y eso no iba a ser posible si estaba atado física y emocionalmente a alguien.

Ese hermoso omega de ojos negros, cabellera roja y labios color sandía necesitaba cambiar urgentemente si no quería problemas en un futuro y él mismo lo sabía, pero al oír hablar a los alfas, alardeando de ser mejores que los demás, simplemente lo sacaba de sus casillas.

Y la causante de que el joven fuera así fue su propia madre, desde pequeño poco a poco le enseño a ser rebelde, lo felicitaba cada que le contestaba a su padre y éste, pobre ingenuo, creía que el comportamiento de su hijo era porque en un futuro iba a ser un gran alfa, poderoso y respetable. Já, sorpresa que se llevó cuando, a sus 17 años, se presentó como omega.

Su orgullo de macho alfa se vio herido, su hija mayor una alfa y su hijo un omega; desde ese momento ordenó a su esposa corregir esa actitud altanera que tenía su hijo, cosa que no hizo, al contrario, lo incentivó más.

"Nunca te dejes dominar por un alfa, la mayoría solo te quiere para un rato, tú tienes una gran alma luchadora que sería una pena desperdiciar si te unes muy joven a alguien. Mírame a mí, que mis padres me dieron a Dongsun siendo muy joven; si te dejas marcar tiene que ser por alguien que sientas que es la indicada, que haga que tu omega y estén de acuerdo por primera vez en algo, tu vida no tiene que ser como la mía, tiene que ser mejor"

Fueron las palabras que su madre le dijo aquella vez, le enseñó como bloquear a su omega cada vez que quisieran usar la voz alfa en él, lo siguió educando como si fuese un alfa.

Cuando el omega salió de la habitación, su padre llamó a Kim Seung, su mejor amigo, para ofrecerle un trato.

Y quién diría que ese trato fue lo mejor que le pudo pasar en ese momento; conoció el amor, a su alfa, aprendió que no todos los alfas eran iguales, le enseñó lo mejor de la vida.

Kim Taehyung llegaría para poner la vida de Hoseok de cabeza.

Whot got the power? [Vhope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora