Parte única.

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|dedicado a ggodrenjun ✨|

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RenJun se ocultó con el corazón acelerado tras ese árbol en el patio de su instituto, el equipo de fútbol pasó trotando como hacían en cada recreo desde esa semana, riendo y empujándose entre sí al chocar sus hombros.

El chino suspiró al verlos pasar, había chicos realmente apuestos en el equipo, como Wong YukHei, ese chico chino de sonrisa preciosa y altura envidiable, era un caballero y tremendamente dulce. Cualquiera sería afortunado de tener su corazón.

O Kim YoungHoon, el cual podía tener a todos los chicos que quisiera a sus pies con una sonrisa bonita. Era precioso, atento, gracioso, sabía que era hermoso y según RenJun se aprovechaba bastante, era algo imprudente pero podías dejarlo pasar con todos los atributos que tenía.

Podía contar a los chicos apuestos con sus manos y le faltarían dedos, estaba muy bien surtido ese equipo.

Pero él sólo tenía ojos para uno, Na JaeMin.

El castaño pasó corriendo, RenJun se fijó en su cabello revuelto y bailando con el viento, su sonrisa preciosa junto a esos ojitos brillantes y esos brazos musculosos que añoraba pudiesen rodearlo alguna vez.

Se escondió más tras la madera cuando el chico se giró mientras trotaba buscando algo o a alguien con la mirada, se notaría su cabello y ojos a lo mucho y a esa distancia era imposible que JaeMin lo viera sin importar que se hubiese quedado paralizado cuando el mismo volteó, rogaba que JaeMin no lo viera.

Seguro notó que lo miro como psicópata. –RenJun golpeó su frente repetidas veces. —Tonto, tonto ¿Por qué debo ser tan tonto?

El jugador se giró al no encontrar lo que buscaba y alcanzó a los demás luego de un par de segundos, RenJun expulsó el aire que retenía en sus pulmones al verlo sonreír y encogerse de hombros cuando un miembro del equipo le cuestionó con la mirada su retraso y cubrió su rostro, era tan tonto.

Abatido se alejó del árbol y comenzó a caminar a un aula, aún no era momento de entrar a clase pero sus amigos eran ratas de biblioteca así que estaba seguro de que se quedarían en el club de periodismo hablando de cualquier estupidez hasta que acabara el recreo porque vamos, Ren, afuera hace demasiado calor.

Siempre pasaba los recreos en compañía de sus amigos, pero desde hace un mes siempre buscaba la oportunidad de ver a Na en su día a día y específicamente desde ese martes había saltado los recreos con sus amigos sólo para ver al equipo practicar. Suspiró mientras arrastraba sus pies sin poder borrar la sonrisa del mayor de su mente, ya era una costumbre mantener la sonrisa del precioso chico tatuada en sus pensamientos.

RenJun había conocido a JaeMin hace aproximadamente mes y medio, lo había visto de camino a la salida, con su chaqueta de piel distintiva del equipo, recuerda verlo compartir risas junto a Park JiSung y Lee JeNo, una casualidad que ahora el primero estuviese enganchado con uno de sus mejores amigos. Desde el primer instante el de último año le había parecido atractivo, específicamente creía que tenía porte de príncipe y es que ¿quién no lo pensaría? Era precioso y si sonreía su belleza aumentaba unas diez veces. No importaba lo que JaeMin hiciera, para RenJun todo era increíble, si anotaba un gol, si daba un buen pase, si celebraba quitándose la camiseta... Sí, para RenJun todo era increíble.

Por eso estaba tan exhausto, lo cansaba el no poder intercambiar ni un par de palabras con el adonis que tenía su corazón enganchado, y no era porque Na no fuese accesible, al contrario el chico era jodidamente sociable así como RenJun era jodidamente tímido.

RenJun está enamorado.《JaeJun》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora