Algunos contratos tienen letras pequeñas y cláusulas escondidas. Algunos tienen reglas y cosas prohibidas. Otros tienen promesas y también decepciones incluidas. ¿Qué tanto estarías dispuesto a perder con tal de salvar el patrimonio familiar?
Un con...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Mi primer instinto es huir.
No se porqué después de estar cometiendo locuras salgo corriendo a la primera oportunidad que tengo soy una cobarde, lamentablemente si y ni modo que podría hacer. Estoy caminando por el pasillo que lleva a mi habitación y de pronto siento unas ganas enormes de detenerme en la habitación de Jacob y Nathan. Me quedo parada recostada a la puerta pensando en todo lo que hice está noche, no se que me paso pero fue una tremenda estupidez. Cuándo reflexionó sobre lo que hice me voy directamente a la habitación que comparto con Lindsay, ella aún estaba en la dichosa discoteca y si yo trataba de dormir seria inútil así que fui directamente al baño abrí la llave del jacuzzi para que se llenará.
Necesitaba relajarme un poco de todo el desastre que pasó cuándo finalmente estaba preparado mi baño relajante, entré. Conecté mis audífonos y cerré los ojos. A pesar de que estaba escuchando música escuché ruidos extraños, así que me quite los audífonos y me levante a revisar pero no era nadie así que volví al jacuzzi y decidí no tomarle importancia.
De pronto un estruendo se escucho que hizo que me asustara porque era muy tarde y yo estaba sola. Así que rápidamente tomé la bata y salí del baño a revisar cuándo volteó hacía el balcón veo que la puerta estába abierta lo que hizo que me espantara demasiado. Pero mi curiosidad se despertó al ver una escalera que estaba puesta ¿Alguien puso la escalera para entrar a mi habitación?, cuándo me asomó al balcón veo a Jacob tirado en el suelo y quejándose del dolor.
—¡Dios mío, Jacob!–digo asustada.
Rápidamente entró de nuevo a la habitación me visto rápidamente con lo que encontré y corro rápidamente hacía las escaleras, al llegar al patio Jacob se queja más fuerte.
—Demonios Jacob.–hable acelerada,—¿Qué te pasó?
—Es tu culpa.–dice molesto,—Sí tan siquiera me hubieras abierto la puerta nada de esto hubiera pasado.
—Yo no te mande a que te subieras.–me cruzó de brazos.
Jacob hizo una mueca de dolor. Toque su pierna lo que hizo que gritará, su pierna no se veía muy bien al parecer estába fracturada.
—Mierda.–murmure,—Ahora que hago.
—Llevame al hospital.–vuelve a hacer una mueca de dolor.
Cómo no quería regresar a la habitación por mi teléfono entré a la recepción y les pedí que llamaran a una ambulancia. Afortunadamente la ambulancia llegó muy rápido y me sentía aliviada y también Jacob claro, mientras subían a Jacob a la camilla el se quejaba y me ponía nerviosa. Yo pensé que Jacob era un chico inteligente, pero vaya que me equivoque por que demonios se les ocurrió subir por ahí.
