DARK-ON

DARK-ON

¿Qué tal si la guerra entre el cielo y el infierno estuviera a punto de comenzar otra vez?...

En lo más profundo de la oscuridad algo extraño se desarrollaba, un cuerpo humano había logrado pasar al inframundo siendo capturado por demonios de fuerza élite, de inmediato fue presentado ante el gran señor jefe de una pequeña legión de demonios; las preguntas de dudas por su repentina aparición mentalmente no se hacían esperar, de donde o como había podido pasar un cuerpo humano a aquel lugar siendo este sitio solamente para las almas perdidas del cielo. Durante cientos de años terrestres estuvo aquel cuerpo custodiado por demonios de un rango medio y bajo mientras se hacían experimentos con él, todos los resultados daban como respuesta ser un recipiente vacío, el gran señor súbdito del mega señor que también obedecía órdenes del sub-supremo señor que a la vez este podía conectarse con el maestro sin ser necesario la intervención del supremo señor, había decidido llenar aquel cuerpo con un alma de las miles que mantenía como esclavas para él sin pedir permiso alguno a sus superiores para poder revivirlo.

Pasaron algunos meses para que esta alma pudiera acoplarse al cuerpo hasta que logro conectarse plenamente, no obstante mientras esto ocurría el castigo al gran señor se realizaba de la peor forma ya que había actuado sin medir el peligro al que había expuesto ciertas cosas que debían mantenerse en completo secreto a algún espía del cielo que podría estar allí; pasaron algunos días más hasta que llego el día en que inesperadamente abrió sus ojos, el cuerpo comenzó a retorcerse haciendo entender que sentía mucho dolor, la sangre comenzó a fluir por transfusión a sus venas haciéndole sentir como si estuviera corriendo metal liquido por entre ellas, el dolor lo acompaño por varios días hasta que logro el objetivo de llenar sus venas del espeso liquido aquel, quito las mangueras que lo conectaban, ya tenía control en sus movimientos aunque eran torpes, aquel cuerpo humano se encontraba en una habitación con luz tenue con tono rojizo, se encontraba postrado sobre un altar de piedras candentes las cuales lo conservaban, con gran esfuerzo se sentó se podría decir en la cama y dio un pequeño giro para quedar en la orilla de ella ante la mirada fría y odiosa de aquellos demonios que lo custodiaban listos para actuar ante cualquier movimiento sospechoso, se lanzó al suelo sintiendo la sensación del vuelo y al aterrizar sentir el suelo por primera vez en varios siglos, era emocionante sentir, experimentar algo que nunca había sentido, su equilibrio como era de esperarse le fallo, callo de rodillas al suelo mientras por su boca salía una gran e interminable cantidad de sangre negra de pésimo hedor, al terminar de vomitar trato de reincorporarse pero el peso de su cuerpo era exagerado, la carga le gano a las fuerzas de sus frágiles brazos, finalmente cedió quedando desmayado sobre la inmunda sangre que había derramado de sus entrañas.

Los señores que allí se encontraban daban el experimento del otro señor como un éxito pero su castigo había impedido que pudiese contemplarlo, decretaron alerta con muchas precauciones pues le faltaba mucho para acoplarse y para poder confiar en él pues no sabían nada sobre la procedencia de dicho cuerpo humano que cierto día apareció de la nada en el infierno, de lo que estaban seguros es de que tenía que salir de allí en poco tiempo pues el ambiente se volvía muy hostil para el a cada minuto que transcurría.