Si me quieres

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Él me hace sentir como lo más bello, como si hubiera un tesoro en mí que incluso yo desconozco, y a la vez, me hace sentir tan poco merecedora, incrédula de que alguien cómo él pudiera tener su mirada puesta en mí.

Soy la persona a la que más quiere, pero al mismo tiempo a quién más aleja con continuidad y no estoy de segura de que lo note algún día, temo ser comparada cada instante con algo de lo cual todavía no creo ser capaz de ser.

Soy su sol, lo que vitaliza su alma, lo que más ama al despertar, y soy el rocío al que pisa cuando está descalzo y que se seca al llegar a casa.

Estoy aquí, hundiéndome en mis lágrimas, imaginando su llegada, su agarre y su fuerza que me arrastra a la tierra.

Estoy aquí, intentando comprender todo lo que siento, cada latido de mi corazón, las emociones que corren por mis venas.

Si tan solo pudiera echar un vistazo a su alma, si pudiera conocer sus sentimientos y calmar las aguas que atormenta mi mente, si pudiera decirle que lo quiero, si él me dijera me quiere... tal vez así me pudiera levantar.

Me he preguntado por este bosque que se pinta de color cuando está y que se oscurece cuando está tan lejos. Me pregunto por el cielo azul que pinta cuando avanza hacia mí y la sangre escurriendo desde mi pecho cuando desvía la mirada al tenerme de frente.

No quiero usar toda mi vida una máscara. Quisiera no temer al imaginarlo solo pronunciar mi nombre por saberlo.

Cuando sueño, sueño con él. No estoy llorando, pero tampoco dejo de ahogarme. Puedo sentir mi vestido blanco humedecerse cada vez un poco más, puedo sentirlo apegarse a mi cuerpo húmedo de igual manera, puedo acostarme sobre el agua y sentir mi alma reposar en una serena melodía entre las ondas que provocan mis dedos al salpicar. Él me abraza por el cuello y no parece reprochar por ello, en mi rostro comienza a esbozarse una sonrisa. Sé que es el momento más feliz de mi vida y pienso en el mundo de posibilidades en que se puede vivir, pero el agua comienza a sobrepasar nuestro mentón y el sostiene mi mano debajo de nuestros cuerpos.

Amarlo es ir con él hasta la muerte.

Y no hay nada que pueda reprochar porque es mi culpa, porque es su culpa. Porque se vuelve oscuridad en medio de la luz, y el dolor en donde el amor existe.

Él estará esperando a la princesa al final del día, cuando el Sol se oculta y yo camino por los pastizales, pero él no me verá, porque no es de los que cree que la estrella y la luna sean lo mismo con otro tono de luz.

Agonía [Drabble]Where stories live. Discover now