Jimy y esas mierdas

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Jimy salió de allí, de la cárcel en la que sus padres le habían obligado a estar, miró atrás y se fijo en las rejas que tanto tiempo le habían bloqueado el paisaje.

-No te quieres ir. (Marge está cruzando la carretera)

-Tranquila Marge, nunca había visto el paisaje desde fuera. Ahora parece mas bonito. (Jimy tiene cara de estar disfrutando el paisaje).

Los dos se fueron a un hotel y como no tenían nada que hacer esa noche, follaron. Los padres de Jimy se estaban separando así que de alguna manera se desahogo. Los dos se ducharon y se lavaron los dientes :

-¿Tienes algo pensado? (Marge se está lavando los dientes y escupe)

-Podemos pasear. (Jimy está tumbado en la cama y le da una calada al cigarro)

- (Marge asoma la cabeza por la puerta del baño). Pasear es una mierda.

-Me refiero a un bar. (Sonríe, se incorpora y apaga el cigarro en el cenicero)

-Pasear un bar... (Marge se toma las ultimas pastilla que le quedaban, para ayudarse se sirve un vaso de whisky).

-Si, joder, llegas te pones a bailar y cuando se te arrimen la armamos.

Los dos se levantaron tarde se enjuagaron la boca y se fueron del hotel, no tenían pensado volver.

De tumbo en tumbo llegaron al bar O'Child, entraron separados. Marge se arrimo a La Gramola y eligió un tema, Caravan con Andrew Neiman a la batería. Bailo y funcionó, un hombre, metro setenta y cinco, barba canosa y poblada, una gran barriga redonda, que le tiraba de la piel del abdomen en un intento fallido de romperla, le ofreció una copa a Marge, la cogió y en acto de agradecimiento hizo un reverencia, al levantarse con la pierna que había retirado le encajo un patada en los huevos, se acabo la copa mientras el hombre, un funcionario de hacienda divorciado con dos hijos y una esposa que le estruja cada miserable céntimo que ganaba, se retorcía de dolor en el suelo, Jimy se levanto del privilegiado sitio de la barra que había escogido para observar la escena, le remato con una de esas sillas altas que hay en todos los bares. El camarero llamo a los policía y el segurata del garito bloqueo la puerta, los dos corrieron hacia la parte de atrás de la barra del bar buscando una salida, llegaron a un patio. Oyeron las sirenas de la policía, se miraron y se besaron, Jimy se puso de rodillas, cogió un alambre que había en el suelo y le declaro su amor a Marge, esta se emocionó, acepto y se enrollo el alambre en el dedo, se corto pero le dio igual porque los policías ya habían entrado en el bar y tenían que escapar. Jimy ayudó a Marge a saltar por la pared que tenían detrás. Cuando Marge ya había conseguido subir la policía entro en el patio trasero. Jimy se había escondido detrás de la puerta así que cuando pasaron corriendo se escapo.

Dos meses después de eso todavía no se habían encontrado. Jimy había probado mucho sushi pero ninguno tan bueno como el de Japón, vivía con un vagabundo llamado Maik, o eso le había dicho, no había encontrado comida ese día, pero había visto un gata apunto de parir esa tarde. La buscó, y la encontró, tenía dos gatitos, pero seguían las contracciones. Jimy cogió cada gato en cada una de sus manos sucias, y para no desaprovechar nada, primero se comió el cordón que les había mantenido con vida. Luego apretó las cabezas con sus pulgares, y con una piel a estrenar se despellejaron como el pollo cocinado, lo que le recordó a sus momentos de vida familiar con Marge.

Cuando llegó a dónde solía dormir, su camarada de sueños estaba muerto y con sangre que le chorreaba de entre los cuatro podridos dientes que tenia en la mandíbula inferior estaba escrito un mensaje.

-"Se busca: gata Blanca, esta embarazada, urge venta"

Jimy supo quien fue desde que vio la silueta de de carmín el la mejilla de Maik.

Recogió sus cosas, y las de Maik y se dirigió hacia a el bar O'Child. Vio a Marge. Estaba manca, le contó algo sobre una persecución con la policía, pero él no le presto atención porque estaba comprobando si el numero de pecas de la cara de Marge coincidía con el numero de estrellas que alumbraban las calles esa noche, desde pequeño quiso ser astronauta y tenia la sensación de que esa noche iba a visitar varias constelaciones, todo hasta que ella le presento a su Él.

Jimy lleva una sola m a posta (Los libros de Jimy y esa gente)Where stories live. Discover now