1 de Noviembre del 2018 —Al fin vacaciones. Por fin puedo descansar, de verdad ya estoy MUY cansada de la universidad. Dos benditos meses de hacer nada, estar tirada en el sillón y ver muchas películas, probablemente leer algún libro o lo mejor que podemos hacer, "Dormir". — Pensé mientras caminaba de camino a la salida. A lo lejos pude escuchar la voz de una chica gritando el nombre de alguien. Esperen, es mi nombre. Qué. — Hana! — grito mi compañera de clase mientras venia corriendo hacia mi, lo grito tan fuerte que logro asustarme un poco.
—Uhm?— Conteste un poco confusa
—Hey — dijo mientras se agachaba y se levantaba para tomar un poco de aire, la pobre debió haber corrido mucho. —Yo y otros chicos de la clase iremos a cenar hoy por la noche, ya sabes, para festejar que nos libraremos de este infierno por un tiempo ¿Te gustaría ir?— me pregunto muy sonriente
— Ah claro, ¿A que hora?— pregunte
— A las 8!– volvío a correr — Te pones linda eh!— Me reí por su comentario, pero ahora que lo pienso...
— Pero, oye! ¿En donde sera? ¿Debería ir formal o casual? Ah y también ¿Porqué corres? — le grite parada desde el mismo lugar. Aveces odio ser tan preguntona, digo los demás chicos les llegan y los invitan a salir y se limitan a decir un "sí"
—Creo que esta cerca de tu casa, tal vez lo conozcas—Respondiendo tu pregunta a cerca de que deberías vestir— Dejo de hablar y puso una mano en si barbilla mientras miraba hacia el cielo de forma pensativa— No lo se, vete como tu quieras— Dijo mientras volteaba a verme — el punto es comer, ¿no? — Rió — Y realmente no se porque corro, pero ya me tengo que ir! Te mando la ubicación en un rato— Ni si quiera le respondí, solo la mire alejarse.
— Qué chica— pensé. Empece a caminar rumbo a mi departamento, no vivo muy lejos, pero de verdad ya llevaba mucha prisa y lo que quería era llegar YA.
Me encontraba frente a mi puerta, la abrí y camine hasta llegar al sillón para tirarme.— Ay, te amo tanto sillón— dije mientras abrazaba uno de los cojines, voltee a ver el reloj, y marcaba las 4 p.m, —aun tengo tiempo— pensé. —Conchita!— grite al ver a mi gata acercarse a mi —Te extrañe mucho— la tomé y coloqué a un lado de mi. Después de jugar un rato con ella me levante y fui a mi cuarto, tengo que buscar algo decente para ponerme.
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—8:15, rayos— Pensé mientras veía mi reloj. Iba caminando por la calles de Seúl, ya estaba próxima al restaurant según mi celular. Olvide decirles que el restaurant no estaba para nada cerca de mi casa, creo que se confundió. Me pare frente el establecimiento y empuje la puerta para entrar. Habia demasiada gente, pero no le tome mucha importancia, empece a caminar y logre ver a mis compañeros de clase en una mesa en el muy fondo del lugar. —Hana!— grito Aris, ese es el nombre la chica de hace rato. Creo que le encanta ir gritando mi nombre por ahí. Me limite a solo saludarle con la mano mientras me acercaba a ellos. Note que solo eran 4 personas sentadas en aquella mesa, y no me sorprende que sean tan pocos. Uh, ¿En que estaba?
—Hola chicos— salude mientras me sentaba junto a Aris.
No lo se, creo apenas llevaba 20 minutos ahí, y ya me quería ir, mis compañeros me agradan pero de verdad el sueño me estaba matando.
—Ahora vuelvo— Me levante del la mesa y caminé hacia el baño.
En mi transcurso de la mesa al baño pude notar que había mucho ruido a fuera, ¿El porqué? Ni idea. Logre escuchar a unas chicas decir "Estan aquí!" "Woah son super guapos!" No le tome mucha importancia, ya que mi prioridad era ir a el baño. Mi celular empezó a sonar y me puse a buscarlo en mi bolso —Dios, ¿Quien me estará marcando? Ya voy! Deja de ser tan insistente— pensé — empece a usgar en mi bolsa y bingo. "al fin te teng...— Mi pensamiento se vio interrumpido. Oh genial. Estoy en el suelo. Esperen, como termine en el suelo?
—¿Estas bien?— escuche a alguien decir. esperen de nuevo, ¿choque con alguien? grandioso, acabo de hacer el ridiculo con un desconocido, Dios que horror, que vergüenza.
—Uh, si estoy bi...— Conteste mientras levantaba las cosas de mi bolsa, la pobre salio volando. Levante la mirada para ver a aquella persona que me había hablado y creo pensar que es con la que también choque. Sorpresa. Estoy viendo a un chico, pero no es cualquier chico, es un uno muy lindo. Joder. Choque con un chico lindo, ahora me da el doble de vergüenza. —¿bi?— pregunto aquel chico con esbozando una sonrisa. Q U É. Creen en el amor a primera vista? Pues yo no, pero joder, esa sonrisa, me mato. Fue como una flecha directa a mi corazón. Hablando de corazón, no se en que momento me empezó a latir tan rápido, ¿Sera que estoy nerviosa?
— Ah ¡bien! Quise decir. — logre articular mientras lo miraba a los ojos, no quiero imaginar que cara tengo, pero el chico no se asusto, creo que es una buena señal de que no me veo del todo mal.
— Lo siento, iba mirando mi teléfono y no vi que venias — Dijo mientras levantaba su celular. Y sonrió de nuevo. No se quien seas, pero tienes la sonrisa más linda que he visto. — Nono, no te disculpes, también fue mi culpa, venia distraída y tampoco te vi — De verdad que yo nunca hablo, suelo ser muy reservada y puedo jurar que si no fuera porque el chico es lindo, me hubiera limitado a hacer una reverencia mientras pido disculpas en todos los idiomas posibles y salgo corriendo. —Creo que deberíamos de ser más cuidadosos— Dijo el amor de mi vida, digo aquel chico. Me limite a asentir y decir un "Bueno uh, adiós" mientras salía corriendo. No se porque hice eso. Ugh, ¿Porqué soy así? Ahora solo quedaras en mi memoria chico lindo. Llegue a la mesa y me despedí de mis compañeros, les dije que me sentía mal y lo entendieron, pero obviamente eso no era verdad, la verdad es que qué vergüenza quedarme ahi y encontrarme al chico lindo otra vez, nonono mejor me ahorro eso. Salí disparada de ahi, y camine lo mas rápido posible hasta mi departamento. Pero antes llegue a una tienda, de esas que se quedan abiertas hasta altas horas de la noche. Tenia hambre, ni si quiera pude cenar. Dios que fracaso soy. Me encontraba en aquella tienda, entre y me fui directo a buscar comida. Tome varias golosinas, frituras y demás, me encontraba en el pasillo de los refrescos buscando mi favorito, me estire para alcanzar aquella gaseosa, lamentablemente mi estatura es la de un niño de 5 años y no la alcance, estaba por hacer mi segundo intento de tomar la gaseosa cuando sentí que alguien toco mi hombro.
