¡Ups! Sorry Daddy. ~MinJoon

Capítulo único.

Jimin vivía solo con Namjoon desde que el menor había cumplido 15. Hubo un tiempo en el que obviamente no eran solo Jimin y Namjoon, eran Jimin, Namjoon y Bomi. Todos vivían felices hasta que su esposa empezó a serle infiel. Jimin pidió el divorcio y Namjoon quedó en sus manos.

Namjoon solo tenía una responsabilidad, hacer sus tareas y en realidad no había problema con ello. Siempre las hacía y sus calificaciones eran altas, siempre de 90 para arriba, Jimin no podía sentirse más orgulloso. En cuanto a su vida social no sabía mucho, solo sabía de sus amigos que eran YoonGi y HoSeok. A Namjoon no le gustaba salir, parecía no ser lo suyo él era un joven centrado en sus estudios y nada más.

Un día Namjoon pidió permiso a su padre para salir a una fiesta con YoonGi y HoSeok, a Jimin le pareció extraño ya que Namjoon había admitido no sentirse cómodo en esos tipos de ambiente. Pero Jimin dijo que estaba bien y le dio permiso a Namjoon.

El siguiente fin de semana se volvió a presentar la misma situación pero Jimin lo dejó pasar por alto. Esto siguió repitiéndose y Jimin no sabía si sentirse feliz por la vida social de su hijo o preocupado por él, de nuevo, no le dio importancia. Todo se tornó oscuro cuando Namjoon empezaba a salir con Jeans apretados que marcaban sus largas piernas y su trasero, aveces salía con minifaldas pero Jimin solo observaba el comportamiento del menor y no le reprochaba. ¿Porqué hacerlo? Era su cuerpo, estaba bien con lo que él hiciera. Hasta que el pequeño Namjoon decidió llevar chicos a la casa, todo esto estaba volviendo loco a Jimin las calificaciones de Nam estaban por el suelo y el menor llegaba ebrio cada vez que podía.

Jimin ya estaba cansado del comportamiento de su hijo así que decidió reprender al pequeño malcriado, porque sí, de paso había empezado a ignorar las cosas que su padre le decía e incluso aveces parecía que intentaba seducirlo pero talvez solo era la imaginación de Jimin. Jimin Se sentó en el comedor y esperó a que su hijo llegara, pasaron aproximadamente 2 horas cuando escuchó el sonido de llaves y la puerta abrirse. Pudo notar una silueta alta entrar por el marco de la puerta y cerrarla, apenas podía mantenerse en pie caminaba agarrándose de lo que podía. Cuando Namjoon estuvo a la vista de Jimin, sus labios estaban rojos e hinchados su camisa estaba mal acomodada y en su falda había un pequeño bulto sobresaliente.

Namjoon puso las llaves en la mesa y se sentó en el sillón, al hacerlo dejó salir un pequeño gemido. Jimin se acercó hasta Namjoon quedando enfrente de él, Namjoon dirigió su mirada hasta Jimin.

—¿P-papi?—

Namjoon restregó sus ojitos cuando sintió una cachetada. Sus ojos se cristalizaron y empezó a sobarse su mejilla.

—Estoy harto de esto Namjoon. Te comportas como una puta.— Una lágrima escapó por la mejilla del menor. Jimin la limpió.

—No llores cariño, pero necesito que te comportes de una manera correcta. Por eso te estoy castigando.— Jimin tomó el mentón de Namjoon obligándolo a que lo viera a los ojos. Namjoon sorbe su nariz y por más que intenta no puede parar de llorar.

—Dejaré por seguro que te comportes bien después de esto.—

Jimin jala del cabello de Namjoon haciendo su cabeza hacia atrás, seguido de esto lo coloca en cuatro sobre el sillón sin soltar la cabellera rosa. Levanta la pequeña falda del mismo color del cabello de Namjoon dejando a su vista el trasero redondo y gordo de su hijo, también notó que Namjoon usaba ropa interior femenina. Una tanga para ser más exactos.

—¡N-no, p-porfavor¡ ¡No volveré a hacerlo, J-joonie lo siente!— Derramaba lágrimas mientras intentaba escapar de su "castigo", lo cuál le costó más caro.

—¿Dónde intentas huir? Este es tu castigo Joonie.— Jimin tomó a Namjoon por su cintura, enterrando sus uñas sobre la camisa para evitar que escapara. Empezó a darle nalgadas, provocando algunos gemidos y varias lágrimas. El menor se aferraba al sofá, rogando por que su padre no notara que su acción lo ponía más duro de lo que ya estaba. Jimin siguió hasta que las nalgas de Namjoon estaban rojas y los muslos del menor temblaban, sus manos estaban hechas puños y saliva escurría de sus labios.