UN NUEVO AMOR

Capitulo I

Los disparos se oían por todas partes, los gritos de la joven eran muy fuertes, gritaba por ayuda, llamando a su prometido, su fuente se había roto en medio de un ataque a su casa. A pesar de disparar ellos entraron a la casa, golpearon al joven chico que intento llegar a ella y después de dirigieron a la embarazada que rogaba por su vida y su hijo. Sin piedad dispararon a su frente, fue rápido para ella, después otro a su vientre, y el muchacho intento llegar a ella pero no lo logro, los hombres se fueron satisfechos con su trabajo y ahí mismo no solo murieron un niño no nacido y su madre, murió un joven soñador y alegre, que se había metido en problemas y los pagó caro.

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La alarma sono por la habitación despertando al muchacho que la lanzó lejos y tardo unos cinco minutos tal vez en reaccionar y levantarse, camino al baño entre ropa sucia y restos de comida, se miro unos momentos pensando en la nada. Solo mirando su rostro con una gran barba y algo demacrado, el agua de la llave se escuchó y después él se dio un gran mojón de agua, despertó un poco más y suspiró pensando en su día, en como acabaría con los malos como ellos acabaron con él.

Se vistió con algo ya mal oliente pero con un poco de desodorante cubrió ese olor, una camiseta negra con jeans azules y botas, camino a la puerta de la casa donde junto a la puerta había una foto de una joven de ojos azules y sonrisa grande, beso la foto susurrando un “Te amo” y salió de ahí. Camino a su trabajo pasó por la casa que 3 años antes había ocurrido una gran tragedia, una embarazada había sido asesinada y tantos flashbacks aparecieron en su mente, volvió a la realidad al ver salir a un hombre cargando un bebé, pensó “Pobre estúpido, no sabe en dónde está” y siguió su camino hasta llegar a una casa grande, pasó el típico ritual de contraseña, inspección, etc. Saludo un par de personas y se sentó mientras pensaba en su trabajo “Matar a los que se lo merecen”.

Un lugar del cual nadie sabía, que se encargaba de buscar gente mala y así terminar con ellos. No hubiera sabido nada el muchacho sino hubieran asesinado a su prometida embarazada 3 años antes, de los cuales, 1 pasó entrenando y poniéndose en forma para lograr lo que es y los últimos 2 en ese trabajo después de ser reclutado por un hombre un par de años mayor que él. Podría parecer su padre, así fue como llegó ahí, buscando a los que arruinaron su vida pero aún los buscaba.

Sus pensamientos fueron parados de golpe también dando un pequeño salto del susto al escuchar una voz, que jamás había escuchado.

-Hola- Dijo la voz que por un momento pensó que así hablaban los ángeles, una voz dulce y tierna sin ser empalagosa.

Él volteo arriba para ver a la bonita chica con tez morena clara y sonrisa grande.

-¿Qué necesitas?- Pregunto él, de manera fría y sería.

-Busco a mi padre, trabaja aquí- Su sonrisa ni su tono desaparecieron a pesar de su tono usado.

Antes de contestar, el hombre que casi considera su padre apareció sonriendo.

-Mi caramelito, ahí estas- Su ¿Caramelito? ¿Ella era hija de él?. Se sorprendió al escuchar eso?

-Papi hola, me dijeron que podía pasar- Dijo ella mientras abrazaba a su padre y al separarse ambos notaron que el joven seguía ahí.

-Aarón, mi hija Lucía, Lucía, es Aarón- Dijo el hombre presentándolos, sorprendentemente ella seguía sonriendo. Otro dato curioso que pensó él es que ese nombre tenía que ver con luz.

Este asintió en forma de saludo y volvió a mirar su computadora que tenía enfrente, por su mente pasó que el pobre hombre cometía un error al llevar a su hija a un lugar así pero no quiso meterse.

Pasadas unas horas Lucía seguía sonriendo y saludando a los demás, era prácticamente la luz del lugar y así pasaron días en los cuales ella alegraba esa casa, amenizando el trabajo de esos hombres. Excepto alguien: Aarón, quién trataba de mantenerse lo más alejado de ella.

-Hey Aarón... Traje algo para todos- Aarón miro a la muchacha que de una canasta arreglada con listones saco un pequeño panqueque de chocolate, que curiosamente era su favorito.

-Gracias- Dijo Aarón de manera sería, evitando mirarla a la cara pero sabía que esa sonrisa estaba ahí y le empezaba a fastidiar.

-No es nada, disfrútalo- Sonrió y de manera dulce hablo, para después alejarse y continuar repartiendo los pequeños postres.

La chica era demasiado dulce y eso comenzaba a fastidiar a Aarón. ¿Cómo mierda alguien puede ver el mundo tan rosa?, Todo era ternura en ella. No sabía si era estúpido o bello ese hecho. Sabía que en algún momento la realidad le pegaría a la joven Lucía, pero muy en el fondo, le gustaba. Tal vez si alegraba su día, tal vez ella si era una luz.

Recordó que no había comido nada durante el almuerzo y miro el panqueque, suspiro para después morderlo y deleitarse con ese gran sabor, dulce sin ser empalagoso, igual que Lucía. Sintió una pequeña sonrisa en sus labios mientras comía aquel postre que terminó rápidamente pero bien disfrutado. Escucho como la puerta se abría y ella se despedía sonriendo y diciendo que volvería mañana. Definitivamente esa sonrisa alegraba el lugar.

Llegó la noche y Aarón estaba acostado en su cama, intentando dormir pero al lograrlo, todo apareció otra vez en su mente: Los disparos se oían por todas partes, los gritos de la joven eran muy fuertes, gritaba por ayuda, llamando a su prometido, su fuente se había roto en medio de un ataque a su casa. A pesar de disparar ellos entraron a la casa, golpearon al joven chico que intento llegar a ella y después de dirigieron a la embarazada que rogaba por su vida y su hijo. Sin piedad dispararon a su frente, fue rápido para ella, después otro a su vientre, y el muchacho intento llegar a ella pero no lo logro, los hombres se fueron satisfechos con su trabajo y ahí mismo no solo murieron un niño no nacido y su madre, murió un joven soñador y alegre, que se había metido en problemas y los pagó caro.

Despertó de golpe, respirando rápidamente y analizando su entorno, fue un sueño, el mismo puto sueño de siempre pensó. Se levantó a tomar aire y salió al balcón, pasado un rato de calmarse volvió a entrar, está vez tomo un vaso de agua y miro la foto de su amada fallecida, la beso susurrando un perdón y volvió a dormir.