El comedor bullía de actividad aquella mañana de Julio. La reducida plantilla de camareros que el hotel podía permitirse corría de un lado a otro, ajetreada. Llantos, gritos y comida por doquier.Descansar no era una opción, miraras donde miraras había algo por hacer. Reponer las bandejas vacías del buffet, retirar platos sucios, limpiar las mesas, atusar los cojines para deshacerse de las migajas, llevar los carritos al friegaplatos y, probablemente lo más molesto de todo, reprender a los clientes cada vez que cometían una infracción de comedor.

Agoney se consideraba un chico simpático y paciente, sin embargo los clientes de su hotel desafiaban a diario esa faceta suya. Sucios, quejicas y problemáticos. Ya de por sí tenía suficiente trabajo, pero ellos lo multiplicaban. Claro que algunos eran amables, condescendientes más bien, pero en general reinaba un sentimiento de superioridad que les hacía creerse en el derecho de maltratar al personal a su antojo.

La elegante apariencia, los lujos y la opulencia del hotel de cuatro estrellas, una cortina de falsedad que se hacía humo en cuanto firmabas el contrato. Detrás de las comodidades del todo incluido estaba la plantilla de trabajadores, siempre con el tiempo justo y haciendo malabares para ahorrar calderilla a los de arriba. La de sacrificio y horas extras que se ahorraría Agoney de tener un camarero más en la plantilla, pero por lo visto el director no podía permitirse pagar un sueldo más. «Y una mierda».

Entre el caos corrían de un lado a otro los camareros, los verdaderos héroes de nuestra historia, dejándose el lomo para que los turistas continuaran arrasando con el buffet sin inconvenientes.

El canario llevaba unas seis copas usadas en cada mano y estaba a punto de dejarlas en la bandeja cuando Jonathan se interpuso en su camino.El chico rondaba los diecisiete años, acababa de incorporarse a la plantilla y aún se manejaba lento, desorientado. Agoney no tenía porqué hacerse cargo de él, pero lo hacía.

—Jonathan,¿Qué haces? El comedor está a reventar, hay muchas cosas por hacer. — Le sorteó para dejar las copasen su sitio.

—Es que un chico ha entrado en bañador...—contestó con voz culposa.

—¿Y por qué no le dijiste nada? — Agoney suspiró, ni siquiera necesitaba oír la respuesta—.Ya sé que los turistas siempre van a su bola, pero en algún momento tendrás que plantar cara. Si te da vergüenza hablar en inglés, siempre puedes valerte de gestos.. la mayoría entienden.

Jonathan era exageradamente tímido, todavía no contaba con la soltura que se obtiene y perfecciona trabajando cara al público. Si ya evitabarelacionarse con algún compañero de trabajo, con los clientes se evidenciaba aún más su torpeza al socializar. No quería volver a interceder por él, pues creía que sería contraproducente y retrasaría su salida del cascarón, pero tampoco quería obligarlo a nada. Jonathan le dedicó una mirada lastimera que ablandó su corazón.

—Anda,ya voy yo —cedió Agoney, sin obviar la expresión de alivio de su camarada al escuchar aquellas palabras—, ve ocupándote de aquella mesa y recuerda llevar el carrito a la cocina—indicó,mentalizándose para ir a plantar cara al guiri de turno.

Se fijó en la puerta que daba al comedor desde el patio y su mirada se cruzó con la del chico. Las gotas de agua salpicaban desde su cabello rubio y se deslizaban por un torso descubierto hasta perderse en el bañador. Por un breve instante, Agoney olvidó lo que estaba haciendo y se quedó pasmado, contemplando al chico más guapo que había visto nunca.

El paso que el turista avanzó en su dirección le trajo de vuelta al comedor, recordándole la valía del tiempo que estaba perdiendo en babear.

—Hey, you. —Agoney llamó su atención—. You can't be here without shirt and shoes —chapurreó en inglés,valiéndose también de gesticulaciones. Señaló su pecho desnudo y después un cartel que decía claramente, y en cuatro idiomas distintos, que no estaba permitido entrar en el comedor en bañador y descalzo. Aun así se ignoraba diariamente el cartel, nunca faltaba el listo que entraba al comedor recién salido de la piscina y dejaba a sus pies un reguero de agua que ellos tenían que limpiar.

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⏰ Last updated: Feb 20, 2019 ⏰

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