Quiero ser egoista.

Prólogo

La sangre, el olor a podrido, los fuertes ruidos ensordecedores, la guerra, la gente moría por cualquier parte, los cadaveres amontonados, los llantos, los gritos desesperados, no había nada bueno en esto, solo la inútil e insignificante muerte, la vida era tan frágil, eso era algo que me había dado cuenta en ese momento.

No estaba bien, nada de esto estaba bien.

Estaba cansado, las interminables muertes en mis manos, la sangre que no podía borrarse de mi cuerpo, las heridas del campo de batalla, la culpa, la indiferencia a la muerte, la desesperación de perderlo todo, ya no me quedaba nada excepto los recuerdos de todos los que había matado, qué significa vivir en tal circunstancia. solo una pena lo suficientemente grande como para ahogarme, asi de enorme erán mis pecados.

Qué diferencia había entre la vida y la muerte en mis circunstancias.

No estaba equivocado, o al menos eso pensaba.

¿Por que luchaba?

Por mi país, por mí mismo, por la gente que amaba.

Luego te preguntas

Qué país, qué razón, qué gente que amabas?

Ya no te queda nada.

Solo la oscura e infinita soledad.

Así de equivocado estabas.

Lo hice todo bien, protegi mi patria, a mis seres queridos, a los inocentes.

Lucha contra los enemigos y gana.

La guerra, es algo que se lo lleva todo.

Mi país fue conquistado, mis seres queridos fueron mutilados, y me perdí en mí mismo en las constantes batallas.

¿Estaba equivocado?

No pensé que las cosas llegarían a esto, yo solo luche por mi patria, luché por todo lo que tenía, luche porque me lo pidieron, luche por sobrevivir.

¿Estaba equivocado?

Quiero creer que no, porque no me arrepiento.

Perdi.

Perdi miserablemente.

Me lo arrebataron todo.

No fui lo suficientemente fuerte.

A los perdedores no se les deja nada.

¿Y ahora que me queda?

Mi vida es mía ahora

Qué hilarante.

Siento ganas de reír

¿Estaba equivocado?

Luche, mate, me sacrifique, hice todo lo que me pidieron.

Pero está bien.

Yo soy un perdedor.

Y el perdedor no importa que, siempre se equivoca.

No estaba equivocado, porque no me arrepiento.

Pero estaba equivocado, la próxima vez seré más egoísta.

No podrán quitarme nada.

No se me arrebatara nada.

No podrán obligarme a nada.

Perder no existirá en mi diccionario.

Incluso si está mal haré lo que me dé la gana.

Ser mi propio jefe.

Mi propio Dios.

Lucharé por mí mismo.

No salvaré a nadie que no tenga ganas de salvar.

No mataré a nadie que no tenga ganas de matar.

Definitivamente no me equivocaré entonces.

Si hay una próxima vez, seré más egoísta.