El Próximo Legado (BoruSara) (KawaHima)

Capítulo 1: La chica nueva

El colegio no es el lugar más apropiado para formar relaciones, pues aquí es donde yacen luego los problemas que pueden arraigar los adolescentes en sus diferentes etapas a lo largo de su vida. Es el lugar donde forman su personalidad y definen su futuro, aunque este no sea el más próximo a cumplirse. Al fin y al cabo, es el lugar donde las relaciones fluctúan y no son para nada fijas. Al menos esto no es lo que sucede con ellos. Su relación comienza allí y a partir de ese momento es cuando todo lo que sucede después es un efecto dominó.

Boruto Uzumaki y su pequeña hermana Himawari son los hijos de la actual familia más poderosa de la ciudad de Konoha: la familia Hyuuga. A pesar de que no lleven su apellido, no dejaban de ser los herederos más poderosos y de pertenecer a una de las pocas familias más tradicionales que quedaban en la ciudad. Boruto no se sentía cómodo siendo un miembro de esta familia, no creía en los prestigios y odiaba que lo reconocieran en la calle solo por ser "hijo de tal familia" o "el más rico" de Konoha. Por eso mismo se ocupaba de llamar la atención de su escuela siendo el rebelde número uno y el alumno menos obediente que pudieran imaginar. Su hermana no se quedaba atrás, solo que ella no buscaba ser la alumna número uno en buscar problemas, solo demostraba que podía ser alguien en este mundo sin necesidad de poner el título de la familia más rica en su frente: siendo humilde y compañera.

Las clases ya habían comenzado, Boruto se había quedado dormido y su hermana intentaba despertarlo. Al ver que no funcionaba, decidió adelantarse, no se perdería el inicio de clases por ningún motivo. Su madre fue quien lo terminó despertando, sacudió al chico hasta lograr hacerlo caer de la cama. Al golpearse la cabeza contra el tatami, soltó un grito desgarrador y mucho más cuando se dio cuenta de que estaba llegando tarde a la escuela. Por lo que empacó todo a su alcance, se calzó los zapatos y el uniforme, azotó la puerta a sus espaldas y corrió hasta el colegio. Media hora después, la ceremonia de ingreso había finalizado y todos sus compañeros estaban en sus respectivas aulas. El tercer año de bachillerato podía ser complejo. Tener dieciocho año no le gustaba para nada. Estaba a poco tiempo de decidir su vida y todo dependía de sus tontas tradiciones y la familia Hyuuga. Sin dudas no estaba interesado en ser el líder de la compañía que dirigían. Al correr por los pasillos se dio cuenta que el profesor a cargo de su curso estaba en la puerta justo apunto de entrar. Boruto se frenó de golpe, haciendo chillar sus tacos y al fin chocarse con el tutor. El hombre que aparentaba unos treinta y tantos años, tenía cabellos alborotados y ojos azules. Al chocarse le enseñó una mirada de resignación.

—¿Cuándo será el día que llegues a tiempo, Uzumaki?—preguntó lamentado.

—¡Lo siento, Konohamaru sensei!

Konohamaru suspiró una vez más y señaló hacia los asientos, esperando a que entrara y se ubicara donde correspondía.

—Incluso la nueva llegó primero—agregó mientras el rubio ingresaba en el salón e intercambió una mirada rápida con la "nueva".

Una chica de cabellos azabaches y ojos negros bien profundos. Misteriosos y hasta rudeza. Eran los mismos ojos que un felino esperando a cazar su presa. Boruto quedó en trance un tiempo hasta que se sentó en su asiento que estaba en la mitad del salón. La chica parecía ser seria. Konohamaru dejó que se presentara, así que tomó una tiza y escribió su nombre en el pizarrón. Ni bien escribió su nombre, Boruto sintió un click en su memoria.

"Uchiha Sarada"

Por un momento creyó que se trataba de alguien que conocía, pero tan pronto ella comenzó a presentarse, se dio cuenta que estaba equivocado.

—Acabo de mudarme a la ciudad hace un mes. Y es la primera vez que voy a un instituto privado—explicó con seriedad—. Es un placer conocerlos—terminó el discurso en una reverencia y a continuación se sentó en el lugar donde le indicó su profesor, en el primer asiento de la fila del medio.