''En la mano del grifo''

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-Sly, tsss, despierta ha pasado una hora desde que colocamos el cebo- dijo Ra daga en mano mirando hacia la posición de la carnada.

-Tranquilo hermano, si nuestras pistas no fallan, y los seres que buscamos son ghuls los oleremos llegar desde kilómetros a la redonda- aporto el joven de pelo ceniciento volviendo a recostarse, cerrando así sus ojos. -De verdad que eres de lo que no hay...- siendo así interrumpido el compañero por un grito que sin duda provenía de una dama, por ello los dos hombres se levantaron y rápido acudieron a ayudar, allí estaba una mujer siendo perseguida por cuatro asquerosas bestias.

-Ves hermano te dije que eran ghuls- comento risueño mientras desenvainaba una de las dos espadas que llevaba a su espalda la cual era de plata perfecta para acabar con monstruos.

-Sí y por si no lo has visto hay un alghul, el de los pinchos, así que esto se va a poner divertido, toma también esto, mientras dormías te prepare una Golondrina por si te hace falta que yo no la puedo usar- dijo rapido mientras la mujer se acercaba a los dos jovenes.

Una vez proxima, -Claro Ra, luego te daré las gracias ahora saca a la dama de aquí, tengo que encargarme de algo-, así el joven hechicero se aparto con la mujer a una zona segura, Sly armado con su espada se puso en posición de combate flexionando breve mente las piernas a modo de calentamiento, las bestias habían llegado donde el, un afligido grito por parte de la bestia de pinchos hizo que los demás monstruos rodearan al joven, estas bestias eran necrofagos de aspecto asqueroso y peor olor, con grandes garras lo cual les hacía muy peligrosos y en manada podían suponer algun problema para Sly.

-Malditos bichos, adelante- Uno de los ghul salto por el costado de Sly así este dando una media voltereta logro abrirle el abdomen de un tajo, rápidamente y sin mucho esfuerzo, otro se le abalanzo por la espalda logrando hacerle una herida con sus garras la cual produjo algo de sangre, así con su mano derecha el hombre hizo una especie de gestos lo cual como si de una onda expansiva se tratara lanzo a uno de los seres por los aires clavando se en una rama caida de un arbol, está era la señal de Aard, el ultimo ghul huyo desvalido, ya solo quedaba el lider de la manada, un alghul, ser con largas puas en la espalda y aun más desarrollado debido al largo periodo entre la podredumbre, esta bestia era más ágil y rápida que las anteriores pero en un zarpazo mal calculado.- Aja, te pille apestoso- soltó mientras cortaba por la mitad a la bestia de la cual quedaron esparcidas las tripas por el sucio barro del lodazal.

-Bien hecho brujo, cada día te tomas más tiempo para salvar a damiselas pero no lo has hecho mal- comentaba Ra mientras se acercaba a Sly, el cual se estaba tomando la poción curativa.

-Ya, gracias por la ayuda en combate, no se que haría sin ti, y en torno a usted, esto...--Engla Cantaloupe, ese es mi nombre- dijo cortante.-Claro, Engla veo que no estas muy segura aquí en medio de un pantano así que si lo deseas puedes venir con nosotros hacia Villabrezo debemos ir a una taberna de allí.- dijo mientras el y Ra subían a los caballos estirando así la mano en forma de ofrenda a la mujer.-La verdad un primo mío vive muy cerca de allí acepto pero no os vengáis muy arriba por el camino yo también se dar caña vagabundo- hablaba mientras miraba a Sly.- Ya claro, ya vi lo dura que eras cuando corrias de los ghuls.- respondio riendo y comenzando el camino hacia la taberna.

Dos días pasaron en la ruta hacia Villabrezo, hasta que finalmente llegaron a la taberna, donde al abrir Sly una puerta una dulce voz dijo. -Hola mi querido brujo- lo cual fue respondido por este con una mirada alegre,-¿¡Agneta!?-.

Las profundidades de Velen: El cantar del gorrión.Where stories live. Discover now