Suspiro cansado, tenía los músculos agarrotados por el dolor y el cansancio, no quiso moverse ni un centímetro tan solo se quedó quito sobre su cama viendo el techo, sin prestarle atención a la mujer que reposaba a su lado, como hace algunos años atrás lo hubiera hecho, tal vez la hubiera abrazado a su pecho, u observarla hasta que despertase, quizá prepararle el desayuno, pero hace tiempo que todo aquello había quedado en el olvido, no sabía siquiera si la seguía amando, todo era tan confuso para él y se odiaba si mismo por no saber interpretar sus sentimientos. Sin más por fin decidió levantarse e ir a la ducha, con tan solo un movimiento de varita quedo desnudo y en pocos minutos comenzó a sentir el agua caliente cubriendo su cuerpo. No supo en que momento especifico su mente divago en recuerdos tan vagos, tan hermosos y lejanos, hasta llegar al recuerdo de la mujer que se apodero de su frio corazón, la recordó con su túnica de Hogwarts, portando orgullosamente el logo de gryffindor, el color tan especial de sus ojos, con sus gestos reflexivos o desaprobatorios, el movimiento retador de sus cejas y pestañeos, los gestos de su boca, sus titubeos pero arriesgándose en las preguntas difíciles, su necesidad imperiosa de responder cuestionamientos y así recordar todo de ella, cada minucioso, odioso y detestable gesto de ella, cada palabra, caricia, beso fallido, abrazo roto.... Al recordarla podía sentirla, como una leve briza o una quemadura sobre él. Cuando se separaron creyó que aquellos momentos que pasaron juntos no fueron por amor, si no más que un acto de sucumbir sus pasiones adolescentes. Pero no fue así, nunca fue así.
A lo lejos logro escuchar como algunos traste chocaban entre sí, ella ya había despertado, siempre cocinaba al estilo ''muggle'' y no existía alguna fuerza sobre humana que la hiciera cambiar de opinión.
Con lentitud salió de la ducha y se vistió con una camisa blanca de manga larga, pantalones de vestir negros, zapatos a juegos lustrados y un saco del mismo color. Antes de salir tomo su varita, volvió a verse en el espejo, se miraba viejo, oxidado, y lo odiaba, odiaba verse así, de alguna manera vulnerable. Sin más reproches decidió irse, salir de su casa y caminar sin rumbo fijo.
-Severus, cariño, ¿Vas a salir?-Dijo una voz a sus espaldas, que en esa misma se podía escuchar un toque de reproche.
-Sí- Contesto sin más
- ¿A dónde?, hoy viene Harry a cenar con Ginny-Reprocho la mujer al tiempo que se quita uno de sus finos cabello del rostro
-Lucius me llamo, al parecer está enfermo y necesita alguna de mis pociones- Respondió tratando de sonar lo más natural posible, ella trato de acercarse y acariciar su mejilla, sin embargo el retrocedió notoriamente, ya que con cada caricia volvían los dolorosos recuerdos.
-Entiendo Severus-Con vergüenza retrocedió –Pero cuando vuelvas necesitamos hablar- Habló con firmeza, mirándole a los ojos.
-Muy bien- Se apresuró a la red flu, mientras la seguía viendo –Nos vemos luego Lily- Dijo para desaparecer entre las llamas verdes.
