Prólogo

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Jaebum conducía furioso por la autopista de Seúl y de vez en cuando observaba al chico que iba a su lado, no se imaginó que terminaría el día con un ladrón sentado en el asiento a su lado.
Youngjae, por otro lado, estaba preocupado, no deseaba ir a la cárcel y debía continuar sus estudios, si alguien se enteraba de que había intentado robar, su beca se iría para siempre al igual que su oportunidad de estudiar, y no quería que eso sucediera.

—Vamos, todo esto no es nece...

—Que no se te ocurra decir que no es necesario, porque lo es, te llevaré a la estación de policías para que vean que hacer con un pequeño vándalo adolescente ¡No permitiré que te vayas así sin más luego de intentar robar algo de mi auto!— el mayor hablaba realmente rápido y Youngjae rodó los ojos.

—¡Pues ya te lo he explicado! ¡Solo déjame por esta vez! Realmente no puedo perder mis estudios...¿Acaso no puedes ponerte en mi lugar?

—¿Ponerme en el lugar de un ladrón? De ninguna manera...esto es inaceptable.

—¿Y así eres abogado?—cuestionó el pequeño ladrón con una mueca de fastidio, sus recursos para ser liberado se agotaban y no quería recurrir a su última opción.

—Soy abogado, defiendo personas inocentes, si, y tú claramente no lo eres.

—Dios...si me dejas ir, haré lo que sea ¡Pero no me lleves a la policía! ¡Perderé mi beca!— esta vez el menor juntó las palmas de sus manos suplicando, y por un momento esperó que el abogado se apiadase de él, pero solo recibió una mirada acusatoria del mayor.

—No tengo garantías de que lo que me contaste fuera cierto, ¿Cómo es que un padre deja a su hijo universitario en la calle así sin más?

—Eso ya es parte de mi vida privada—se cruzó de brazos manteniendo su vista al frente.

—Bueno, pues no te dejaré ir si no pruebas que lo que dices es cierto.

Youngjae mantuvo su vista en la autopista y un profundo suspiro salió de sus labios.

—Pues si tanto te interesa, mi padre me encontró teniendo...uhm...relaciones sexuales con un chico. Y me ha echado a patadas de casa, apenas alcancé a coger algunas cosas.

Jaebum, quien escuchaba atento frenó y se hizo a un lado en la acera, mirando completamente atónito al menor.

—¿Estás diciendo que tu padre te echó de casa por tener sexo? ¿Acaso no es eso lo que los jóvenes solemos hacer?

—Pues el problema está en que era un chico, un hombre, y mi padre es homofóbico, estaba furioso, desde ese día que no tengo donde ir.

—Dame la dirección. Iremos por tus cosas—el menor abrió su boca para protestar pero el abogado se apresuró en hablar— Vendrás conmigo, no estoy de acuerdo con que hayas intentado robarme pero no tienes hogar, y necesitas ir en busca de tus cosas. Dame la dirección.

Youngjae solo pudo obedecer y en unos minutos se encontraron frente a la casa de la cual hace un par de días fue expulsado. Las manos del menor estaban sudorosas y se encontraba agitado, mientras que el mayor estaba con un semblante serio y firme que transmitió seguridad al menor.

—Solo venimos por tus cosas, no pasará nada.

Jaebum se cuestionaba por qué estaba haciendo aquello, es decir, el chico había intentado robarle, y el ahora se encontraba llevándolo a vivir con el. Recordó entonces su pasado, y los golpes de su padre y rechazo de su madre por ser homosexual. Se prometió cuidar al chico.

Youngjae presionó el timbre y aguardó ansioso, no quería que su padre lo agrediera. Mordió su labio  cuando sintió los pasos aproximarse a la puerta y está ser abierta. La cara de su padre se desfiguró por completo y en un segundo comenzó a insultarlo.

—Te dije que no volvieras a aparecerte por acá, jodido marica, tú y tus maricadas no las voy a soport...—el hombre se detuvo al fijar su vista en el abogado que lo observaba con el rostro inexpresivo.—¿Y tú quién eres? ¿Otro mar...

—Homosexual, si es a lo que se refiere— cortó seco Jaebum al sentirse irritado por la actitud de aquel hombre— Mi nombre es Im Jaebum, soy abogado representante de la ONU, graduado de la Universidad de Seúl, pero si solo quiere quedarse con que soy homosexual, no es algo de lo que me acompleje. Venimos a buscar las cosas de su hijo que claramente no seguirá viviendo en este lugar.— su mirada no se alejó del rostro del adulto en ningún momento, y este solo se hizo a un lado para que ambos jóvenes ingresaran por las cosas del menor.

—¿En realidad eres gay?— cuestionó el menor una vez que ingresaron a su cuarto.—No pareces.

—Nunca me han gustado las chicas, pero hablaremos de eso luego.

Terminaron de empacar todo y salieron de casa recibiendo un escupitajo de parte del padre del menor.

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New fic, espero y les agrade.

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Burglar| 2jaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora