•｡❁ ﾟ✦ℛ𝓸𝓼𝒆𝓼 𝓐𝓻𝒆 ℛ𝓸𝓼𝓲𝒆✦｡❁ ﾟ•

𝓣𝓪𝓻𝓽𝓪𝓻𝓸.

ℛ𝓸𝓼𝒆'𝓼 𝒇𝓲𝓻𝓼𝓽 𝓶𝒆𝓶𝓸𝓻𝓲𝒆;

Oía los latidos, fuertes y sonoros, hacer retumbar las ardientes paredes de la cámara. Los sentía dentro mío, me hacían temblar, como si fuera mi propio miedo el que estuviera produciendo dicha reacción.

Pero esos latidos no eran míos.

El suelo era rojo carmesí. Rojo sangre. Ese tono de rojo que moja la piel cuando te haces un corte muy extenso y profundo. Aquellos cortes que te hacen retorcerte del vivo dolor. El rojo vibra con las emociones que sientes, en ese momento.

La sangre llora por ti.

Incluso si mis mejillas están húmedas, a causa de mis lágrimas, están se evaporan demasiado rápido. Actúo como si nada estuviera ocurriendo.

Cuando la realidad, es que hay un incendio dentro de mi.

Mi cuerpo cae, cae desde lo más alto. Cae desde el cielo, golpeándose, magullándose, partiéndose en mil pedazos, como si fuera una copa, frágil y transparente.

A pesar de ello, mi sangre nunca ha brotado como vino. No aquí abajo.

Aquí abajo, siento mi piel quemarse hasta las cenizas día a día. Pero nunca me quemo.

Aquí abajo, siento como cada inhalo es una puñalada en mi sien, y cada exhalo como un recuerdo vivo de que estoy herida, y sin posibilidades de recuperarme. Pero mi cuerpo está sano.

Bajo del cielo, siento como todos mis miedos se hacen realidad, como me encierran en una pesadilla que rompe el manto de lo irreal, y me lleva lentamente hacía el Tártaro, donde hoy, me encuentro ardiendo en soledad.

Cada día ardo y ardo más, mirando hacia el cielo, mirando hacia los ángeles, que miran hacia  mi.

Estoy en lo más podrido, deseando ser la creación más inocente del génesis. Estoy equivocándome mientras deseo ser un alma acendrada. Estoy suplicando clemencia que un corazón sucio no merece.

Y tal vez, mi lugar sea junto a los demonios. Junto al fuego que nunca quema, pero que siempre arde. Tal vez mi destino sea arder, hasta que no quede combustible en mi alma. Hasta que mis lágrimas cesen.

Arder hasta que mi propia llama se apagué, y ya no quede nada, nada, de mi.

—ℛ