Our time is a long conversation ~

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La habitación era un completo caos, había ropa tirada por todas partes así como libros, papeles y algunas fotografías, tuvo que apartar el impulso de levantarse y poner todo en orden; una cosa era ordena el desastre de Gray en su cabaña compartida y otra diferente el asear el dormitorio de su departamento.

Eso no le gustaría.

Aún podía recordar el día que la sorprendió limpiando su baño, él intentó no mostrar su incomodidad y hasta le había agradecido su gesto pero pudo darse cuenta de que fingía para no lastimarla. Estaba también la vez que llevó varios abrigos suyos pensando en que era una buena idea dejar unos cuantos en su ropero por si llegaba a necesitarlos, Gray había palidecido al verla en la puerta con la ropa en las manos.

Se envolvió en las sábanas intentando apaciguar el malestar que aquellas memorias causaban en su interior, sin embargo, no entendía que diferencia había, ellos vivieron juntos durante meses, sabían cómo era la convivencia entre los dos y aun así el Fullbuster parecía aterrado por la idea.

Porque ahora era diferente, se recordó.

No estaban solos en un rincón apartado del gremio y sus amigos, ahora estaban en Magnolia a la vista de todo el mundo, era por eso que Gray parecía tan lejano en ese sentido. Y se odiaba un poco por ansiar más de lo que él le daba, después de todo su relación no era ningún secreto, ni tampoco lo era el hecho de que había noches en las que no volvía a Fairy Hills hasta el día siguiente en compañía del moreno.

Todos en el gremio fingían no notar esos detalles, al inicio no lograron ser suficientemente discretos pero cuando ella y Gray llegaron tomados de la mano les fue mucho más fácil; la vergüenza inicial cedió para convertirse en un ligero bochorno que ambos podían soportar.

Se acurrucó todavía más en la cama, intentando impregnarse de la calidez del moreno, esa que ocultaba del mundo pero no de ella, y entonces recordó la magia del ayer, esa que terminó muy temprano en la madrugada con la interrupción de Titania exigiendo la presencia de su novio.

Todo había sido un sueño, uno de esos que su mente creaba para aliviar el dolor y animar su corazón en tiempos pasados, cuando no era poseedora del amor del Fullbuster. Él la había invitado con una semana de anticipación, ambos sentados en el gremio cubiertos por el bullicio habitual, sonrojado y nervioso pronunció su invitación en medio de un relato que ella contaba con diversión — el cual perdió toda importancia en ese mero segundo —, parpadeó sorprendida intentando ordenar su mente, él frunció el ceño, no por molestia sino por extrañeza pero es que no podía imaginarse lo hermoso, esplendido y glorioso que era escucharlo pedirle aquello, porque ella era la que proponía salidas, actividades y compañia, cosa que nunca le molesto.

— ¿No quieres? — preguntó haciéndose el duro pero sabía que solo se protegía ante la posibilidad de una negativa.

Entonces asintió, con rapidez y energía, luego su cerebro despertó de su letargo permitiéndole formular una respuesta oral coherente que le sacó una sonrisa de esas que pocas veces surcaban la boca masculina.

Las ansias fueron insoportables, la carcomieron por dentro mientras la felicidad era exhalada por cada uno de los poros de su piel. No es que fuera su primera cita, habían tenido algunas anteriormente — varias propuestas no queriendo la cosa por parte de Gray —, pero esa era diferente, lo supo desde el preciso momento en que se lo pidió directamente — lo más directo que él podía —, por ello se esforzó por verse lo mejor posible, comprando un atuendo nuevo y desempolvando unos zapatos que había comprado para lucir ante alguien que no tenía cabida en su nueva vida.

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⏰ Last updated: Apr 16, 2019 ⏰

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