CON LAS CARTAS SOBRE LA MESA

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Para mí es un placer informarles queridos caballeros que a las mujeres también nos encanta follar y que aunque ustedes no lo crean también disfrutamos nuestra libertad. De una forma equívoca a las mujeres se nos percibe como seres netamente sentimentales y emotivos dentro del plano social; que tenemos una necesidad inminente de tener pareja, sentirnos amadas y procrear para llegar a la realización personal; además, por desgracia se piensa que una mujer decente no debe exponer sus deseos carnales con libertad porque no es el comportamiento propio de una dama o de una "mujer que se da a respetar".

Todas nosotras crecimos con frases como "Debes hacerte desear" haciéndonos creer implícitamente que entre más nos restrinjamos frente al sexo mayor es nuestro valor como mujeres. A nosotras nos meten en la cabeza que nuestra vagina es un tesoro que solo debe entregarse a  aquel hombre que nos jure verdadero amor, que el darnos nuestro lugar es ser recatadas y mojigatas con nuestros deseos y que toda aquella mujer que tenga una vida sexual activa y polígama solo es alguien que no se respeta a sí misma. En cambio con los hombres, la historia es muy diferente. A los hombres no se les esconde ni se les restringe su sexualidad; no se les cohibe ni se les hace pensar que el ser recatados los hace ser más deseados y por lo tanto más valiosos... Como si fueran un simple objeto que con el uso termina por desgastarse. Los hombres crecen sin miedo a parecer fáciles, expresan y disponen de sus deseos con total libertad; a ellos no se les asegura que una mujer debe amarlos para ser dignas de obtener sus cuerpos o que si se "entregan" demasiado rápido ninguna chica los va tomar en serio.

La sociedad forma a los hombres como cazadores y a las mujeres nos forman como presas; nos ven como pequeñas ovejas que deben estar allí pacientemente esperando que algún lobo desee comernos.  No está bien que la pequeña oveja busque al lobo; ella no debe desearlo ni expresar cuánto disfruta ser devorada porque ¿A qué lobo le interesaría de verdad una presa tan fácil? Las mujeres crecemos pensando que no es nuestro lugar tomar iniciativas, que los hombres son quienes deben proponer y nosotras aceptar o rechazar dicha oferta, es decir, de las mujeres depende la respuesta, pero de los hombres la determinación, la situación y el momento. Son quienes deciden cuándo y cómo se avanza en una relación, cuándo es tiempo de ser novios o cuándo deben casarse; porque si una mujer lo hace se le toma como acto de necesidad o desesperación que termina por espantarlos, porque como mencioné anteriormente lo "adecuado" es esperar que el lobo nos conceda el  honor de elegirnos por encima de otras ovejas, porque eso es lo que nos haría especiales ¿no?

Otro claro ejemplo de la gran estupidez colectiva y el punto donde quería llegar; es el sexo sin compromiso. Un gran logro para ellos pero una situación bajo cuerda para nosotras. Recuerdo una ocasión en que tuve sexo con un chico con el que solo había salido un par de veces, justo antes de irme de su apartamento me dio un beso muy torpe y me dijo: "No pienso mal de ti por tener sexo en la segunda cita", tras ese comentario solo pude sonreír irónicamente y responderle " Yo tampoco pienso mal de ti por hacerlo cariño" luego le di la espalda y me fui. Al principio su comentario solo me pareció tonto pero con el pasar del tiempo empecé a cuestionarme por qué un hombre debería pensar mal de una mujer por hacer exactamente lo que él y  me di cuenta que simplemente es nuestra realidad. Por desgracia sexualmente aún no compartimos una misma libertad; es decir, podemos hacerlo, pero no sin provocar juicios o sin poner en duda nuestro valor como mujeres o el respeto hacia nosotras mismas y nuestro cuerpo. Lo que es más lamentable de todo es que no es solamente obra del pensamiento masculino, entre nosotras mismas nos encargamos de catalogar y degradar a toda mujer que exprese de manera espontánea su carnalidad.

Los hombres huyen del compromiso con el mismo pavor que nosotras huímos del sentirnos utilizadas. El enorme ego masculino les hace pensar que el tratarnos como un ser humano haría que nos enamoremos perdidamente y que con esto arruinemos la diversión del sexo casual; así que algunos optan por actuar como unos perfectos imbéciles que intentan tratarnos como a una muñeca inflable y que creen que cualquier reclamo al respecto es solo  un "drama de mujer enamorada". Lamento sacarlos de su inocencia al informales que las mujeres no nos enamoramos por un polvo, que sus miembros no contienen ningún elixir mágico de amor y que el hecho que exijamos ser tratadas como personas no significa que les estemos demandando amor. Este tipo de relaciones libres tienden a fracasar porque los hombres no entienden que no es necesario llegar a los extremos para conseguir lo que en fondo todos queremos; no tienen que mentir prometiéndonos amor para lograr una noche de sexo y tampoco es necesario que traten a una mujer como un objeto para no involucrar sentimientos o dejar en claro lo casual de la situación.

Si de sexo se trata las mujeres somos mucho más complejas para llegar al éxtasis. A nosotras no nos basta la carne ni nos llena con totalidad el salvajismo pasional. No con esto quiero decir que necesariamente necesitemos encontrar al hombre de nuestras vidas, el amor no es para nosotras una necesidad vital así como tampoco lo es para ustedes. También buscamos divertirnos, también nos atrae el placer... Pero no deseamos un hombre que crea que todo placer se logra a través de una torpe, aburrida y repetitiva penetración que después de sólo 50 segundos hace que nosotras comencemos a mirar el techo y pensar en qué color nos quedaría mejor para nuestras uñas, si ya pagamos los servicios o si dejamos dañar las fresas que teníamos en el refrigerador. No queremos un tipo que nos ofrezca un sexo totalmente mediocre y frustrante que en realidad solo nos hace desear que termine pronto para largarnos de allí y jamás volverles a ver en la vida. Nosotras queremos un amigo, un cómplice, alguien con quien sentirnos cómodas, que podamos desear y sentirnos profundamente deseadas y comprendidas, un hombre que sepa llegar a todos los rincones de nuestro cuerpo y nos erice cada centímetro de piel; que se interese en conocernos y comprender nuestra forma de percibir el placer, que escuche lo que queremos, lo que nos gusta, que se preocupe por nuestra satisfacción al igual que por la propia y que entienda la enorme importancia de los juegos, de la seducción, del respeto y la búsqueda del deleite mutuo. A todas nos enseñaron que para respetarnos debíamos contener nuestros deseos, pero yo respeto tanto mi cuerpo que sé perfectamente que lo mínimo que se merece es un muy buen orgasmo.

A las mujeres nos gustan las cartas al igual que el sexo, sobre la mesa. Nos encanta cuando las reglas están claras y jugamos bajo nuestros propios términos. Los hombres deberían entender que el problema no recae en el sentir sino en desconocer los límites del otro. El no comunicarse, no escuchar o no expresar lo que se busca no evita que se involucren emociones, por el contrario, la falta de comunicación solo lleva a que estas relaciones fracasen y se vean envueltas en toda clase de malentendidos emocionales. Se puede compartir una verdadera conexión con otra persona desde la libertad misma, compartir momentos, aventuras, juegos, secretos, miedos, deseos y fantasías sin caer en todo aquello que a muchos nos atemoriza de una relación formal.

Tanto hombres como mujeres deberíamos quitarnos tantos prejuicios y predisposiciones absurdas que nos infunde la sociedad y comenzar a divertirnos. No todos los hombres son unos cretinos ni todas las mujeres somos dependientes del amor. Existimos quienes nos encanta la adrenalina, la aventura, la libertad, el experimentar cosas nuevas y hacer todo aquello que nos genere genuina curiosidad y placer; pero todo en la vida en la vida tiene un costo y las mujeres que sabemos exactamente lo que queremos y lo que merecemos no vamos por la vida conformándonos con elevar egos ajenos; nos encanta jugar, claro está, pero solo si tenemos un digno oponente.

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⏰ Last updated: Jun 09, 2021 ⏰

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