Cartas que escribí para mi sobre cómo dejarte ir

Dependencía

Para el mejor amigo que todos confundimos con amor.

Habían pasado 14 horas, sin que me enviaras una señal de vida.
La preocupación empezaba a surgir porque mi mente dramática no se acostumbraba a estar sin ti.
Los pensamientos me recordaban estar tan equivocada las veces que me repetí que no me importabas, que eras solo un amigo más en quien podía confiar.
Cuando nos conocimos en una tarde cotidiana en la la cafetería de la universidad, con una presentación poco romántica y bastante simple, nunca pensé que extrañarte se convertiría en mi ansiedad.
Entonces, pasaron los meses y ahí estuviste para escucharme en mis días tristes, para levantarme o simplemente darme un abrazo, de esos que me hacían dudar un poco de lo que en realidad sentía por ti.
Ojalá, pudiera quedarme atrapada en tus brazos el resto de mi vida, para sentir tu olor una vez más.
Pasaron solo 5 minutos de esa  mañana sin saber cómo estabas y como una loca dependiente te escribí varias veces.
Mi mente jugó en mi contra, no dejaba de mostrarme los lugares donde fuimos canciones de esas, que nos difíciles de olvidar.
Hasta mis almohadas, me hacían pensar en esas llamadas largas que odia porque no me dejaban dormir, pero ahora daba mi vida por volver a escuchar tu voz por lo menos decir adiós.
La noche pasó, esta vez no habían risas sincronizadas, ahora, solo estaba yo con la desesperanza de no volverte a ver.
Pasaron los días y tus amigos también preguntaban por ti, yo me dedicaba a lanzarles una sonrisa amable para no mostrar que te quería buscar ahí, donde ni la oscuridad se puede sentir.
Tal vez, era yo improvisando amarrar un amor a mi que ya había dejado ir.
Era intentar perseguirte en las nubes, cuando algo me decía que ya ibas muy lejos, voz interior repetía, un solo consuelo "si amas algo déjalo ir".
Y hoy un año después de la última llamada que hicimos, sigo esperando que la luna revele en mis sueños el número para volver a encontrarte.

Fin

Holu,¿qué tal les pareció?
Muy triste, también así lo sentí yo.