Capítulo 5: Situaciones imprevistas

825 56 12
                                    

Ayane: Te preocupas demasiado, vamos, es momento de volver con Kakashi. –Le dio la espalda y comenzó avanzar, Seiryú seguía sus pasos despreocupados y calmados.

Seiryú: No es una situación para tomar a la ligera, sabes bien lo que puede llegar a suceder si... -Ayane se detuvo y giró para mirarlo de frente, interrumpiendo sus palabras.

Ayane: Si no pasó nada hace 100 o 1000 de años o lo que sea, no veo por qué esta vez sería diferente. Hablar de esto es poner en alerta no sólo nuestra aldea, sino las cinco naciones, yo creo que todos los Kages tienen cosas REALES de las cuales hacerse cargo.

Seiryú: Si no ocurrió nada durante tanto tiempo, es porque no existía ningún ser humano compatible, capaz de conectar con una deidad dragón. No hace más de unas cuantas décadas que tu padre inició con ello. Ahora es nuestra responsabilidad evitar una catástrofe generada por esta unión.

Ayane: No puede hacer nada si no tiene un cuerpo físico. No hay ningún otro humano que pueda portarlo.

Seiryú: No estamos seguros de ello y no pienso sentarme a esperar a que encuentre uno. Volvamos, hablaré con Kakashi de esto personalmente. –Sin esperar respuesta, le dio la espalda poniéndose en marcha.

Ayane: ¡Ni lo pienses! –Se quitó la máscara y se colocó frente a él, cambiando sus ojos grises por azules, en consecuencia, de la activación del poder de Seiryú. – Ni una sola palabra hasta estar seguros.

Seiryú: ¿Me amenazas con mi propio poder? Olvidas que, así como te lo di te lo puedo quitar. –El color azul de su mirar y el aura del mismo color que la envolvían desaparecieron de pronto. –Ponte de nuevo la máscara si no quieres empeorar la situación, no perderé más el tiempo discutiendo contigo.

No había nada que hacer en la oficina, hasta ese día, Kakashi era libre de tiempo completo; una vez más su compromiso y trabajo anticipado lo habían compensado con un día de descanso. Con Raiden a su cuidado, se dispuso a dar un paseo por la aldea con él en brazos. A donde sea que fuesen, se robaban la atención de todos, mujeres jóvenes y mayores se acercaban conmovidas de ver al Hokage con su pequeño y adorable hijo, después de todo era poco usual ver a un bebé albino. En cuestión de tiempo, se encontraba rodeado de una multitud de personas que se acercaban para posar y tomarse fotografías cerca de él, muchas más lo cuestionaban con temas acerca de su relación y matrimonio.

Sólo las personas más allegadas a Kakashi y Ayane, sabían acerca de su regreso y de la existencia de Raiden, por lo que los medios no se hicieron esperar, llegando hasta donde estaba Kakashi y comenzando a transmitir en vivo, de esta manera no sólo Konoha, sino el resto de las naciones sabría de la noticia.

Ayane cruzaba la ciudad de regreso a la zona de la aldea, cuando las pantallas de uno de los edificios llamaron su atención. La pantalla proyectaba a una multitud de personas, más mujeres que hombres, rodeando a Kakashi, quien intentaba parecer lo más relajado posible mientras lo llenaban de preguntas incómodas y mientras que Raiden lloraba en sus brazos.

Seiryú: Pobre Kakashi, creo que le vendría bien un poco de ayuda.

Ayane: Así parece... pero ambos estamos de acuerdo que no puedo aparecer así de la nada. ¿Cuánto tiempo llevará así?

Seiryú: No parece estarlo disfrutando, deberías darte prisa y sacarlo de ahí.

Ayane: Nah, es divertido.

Seiryú: ¡Ayane!

Ayane: Bien, iré, pero sólo déjame disfrutar esto un minuto más.

Una mano puesta sobre el lente de la cámara, oscureció gran parte de la pantalla.

𝗘𝗟 𝗡𝗜𝗡𝗝𝗔 𝗗𝗘𝗟 𝗗𝗥𝗔𝗚𝗢́𝗡 𝗡𝗘𝗚𝗥𝗢 || 𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧Where stories live. Discover now