[001] - Lucero caído » kth

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(+) música en multimedia.
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Lucero caído.
Kim TaeHyung.

Solitaria era ella, solitario parecía él. Ambos estaban plantados en aquella taberna observando la nada misma de sus pensamientos. Él en la barra y ella en una mesa, queriendo ser atendidos. Faltaban cinco minutos para que mi turno se acabara, pero no podía dejarlos esperando, el próximo barman siempre se demoraba un buen en aparecer, era odioso. Puse una copa frente al jovenzuelo taciturno y él pegó un respingo en su asiento. Qué se le ofrece, pregunté... Él no respondió de inmediato, en cambio, miró por sobre su hombro a aquella mujer paciente de pulcro y elegante vestido de color vino, de blanquecina piel que relucía asomándose por el finísimo escote que portaba, cubriendo mitad de su rostro con rebeldes mechones castaños de su cabello pero dejando a la vista unos labios esculpidos que se encendían al rojo vivo. La muchacha alzó la mirada y conectaron por primera vez en la velada. Sabía que aquello solo era el principio de una alucinante noche entre los dos. Entonces el chico me habló.

Había sido llamada a la barra, tenía un encargo esperando por mí desde hace unos minutos. Llévale esto a la señorita de ahí, indicó el barman señalando un martini con hielo, el chico que permanecía sentado en la barra sonrió amable y le devolví aquella risa. Me apresuré a llevar el trago hasta la mesa de una dama que desprendía, increíblemente, feminidad en cada gesto que efectuaba, incluso su manera de tomar el cigarro y dar sus caladas me parecía absolutamente sugestivo. Supuse que la copa era un regalo del joven de la barra pues cuando por fin se lo entregué ella lo miró juguetona, y me alejé.

Salía del baño de hombres todo desaliñado y con un ligero dolor de cabeza, la vista se tornaba borrosa y me tambaleaba durante el camino. Estaba dispuesto a irme de ese lugar; pero mientras avanzaba todo el mundo alrededor de mí se distorsionaba, debido a eso choqué con un chiquillo fornido y moreno, de alta estatura y cabellos azabaches, me disculpé en el acto, él se sacudió un poco las prendas restándole importancia al incidente, pude vislumbrar la emoción con la que se disculpaba él también retomando su ruta con una copa a medias entre sus dedos y lo vi sentarse al lado de un belleza excepcional. Ojalá te resulté, amigo mío.

Yo los observaba expectante, a la espera de lo que se avecinaba. No podía creer que mi mejor amigo estuviera colado por aquella mujer, en sí por nadie. Aquellos actos estaban tajantemente prohibidos para nosotros, pero era inútil en todos los sentidos intentar recordárselo y es que era un secreto a voces que él deseaba experimentar el codicioso amor en todas sus facetas. Le advertí, se lo dije, le repetí hasta el cansancio los códigos divinos, incluso le pedí que no cometiera ningún desvarío del que pudiera arrepentirse más tarde. Pero, viéndolos desde aquí, parecía que se lo estaban pasando tan bien, me atrevía a decir que estaban próximos a complementarse, a quererse. Bueno, una sola e insignificante noche que pasaran juntos no era razón suficiente para alterar el espacio-tiempo de todo el mundo, ¿cierto? Solo pido de rodillas que el altísimo no se vaya a enterar de esto y que mi estimado siga caminando en suelo empírico.

A mí jamás podrían hacerme tonto, jamás, yo lo sabía todo desde hace ya tiempo más no intervine en su voluntad. A pesar de estar estrictamente atado a unas normas excepcionalmente rigurosas, él había tomado su decisión; todo hombre y mujer tiene que ser capaz de diferenciar entre lo bueno y lo malo. Pero él estaba tan cerca de ella ahora mismo que detenerlo sería en vano. Me di cuenta de que ya era demasido tarde para arrepentimientos cuando dieron rienda suelta a un apasionado frenesí en medio de la oscuridad que intuía, con total seguridad, que aquello tendría su fin en una austera habitación de un viejo motel. ¡Oh, hijo mío! Tu pecado grandísimo ha sido, se te advirtió de los males que traería consigo y aún así del fruto prohibido has mordido. Que el todopoderoso tenga misericordia contigo, que él se apiade de ti. Hoy tus mundanos y perversos actos han hecho de ti un hereje más.

Quién diría que un día como hoy perdería a uno de mis mejores ángeles, querido TaeHyung.

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canción: love is a bitch - two feet. 🎧

(+) nota:

he escrito muchas versiones de ésta historia, pero creo que esta es la definitiva.

desde que vi a taehyung de ángel caído había tenido la idea de escribir algo así, había partido como un fanfic, pero preferí hacerlo más corto.

la idea la desarrollé por una tarea de lenguaje en la que me pusieron de reto hacer un relato en narrador testigo con cinco perspectivas distintas, en este caso quienes relatan (en orden) son: el barman, una mesera, un desconocido medio ebrio, un ángel amigo de taehyung (jimin, quizás) y san pedrito, jejox. 🤣✨


¡muchas gracias por leer, solecitos!
ya veremos si continúo con más minicuentos, microcuentos o cositas varias.

¡adiós, buen día/noche! 💕🙈

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⏰ Última actualización: Apr 23, 2019 ⏰

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Sleepless night ; BTS // short-stories Donde viven las historias. Descúbrelo ahora