De alguna manera, la vida se había convertido en un infierno para ella... Paso de tenerlo todo, a no tener absolutamente nada, y lo poco que le quedo luego de aquel horroroso día... tuvo que dejarlo atrás, abandonarlo, como si nunca lo hubiera tenid...
El kunai se enterró en el árbol justo en el blanco, una gota de sudor caía de mi frente cubierta por mi cabello rojizo, pude sentir la presencia de uno de mis clones queriendo atacarme, con rapidez la esquive para luego hacer que desapareciera cuando le devolví el golpe, cuando gire, todos los clones que había utilizado para entrenar estaban paradas justo frente a mi, esperando a atacarme todas juntas, eran demasiadas. Reí ante mi imprudencia, estaba agotada y ya casi no me quedaba chakra, no se en que estaba pensado cuando hice tantos clones. Me puse en posición esperando que alguna de ellas diera su primer golpe, entrecerré mis ojos y con una mirada desafiante basto para que la pelea comenzara. Esquive algunos de sus golpes seguido de una serie de ataques que acabo con muchas de ellas.
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Mire hacia atrás y muchas mas venían en camino. Tengo que terminar con esto rápido. Acumule chakra en mi puño para luego golpear el suelo con este, destrozándolo por completo y a su vez acabando con los clones que venían en dicha dirección.
Agotada me deje caer al suelo, mi respiración agitada y el sudor cayendo me dieron a entender que necesitaba relajarme. Me quede allí un par de minutos observando el cielo, el sonido del agua del rió y del viento moviendo las hojas a mi alrededor me relajo mas de lo normal, pero a su vez me dio entender lo sola que me encontraba en ese momento, creo que me acostumbre a ese sentimiento después de todo. Me senté y apoye ambas manos en el suelo. Mirando al cielo una vez mas recordé los días de entrenamiento con el Maestro Jiraiya y Lady Tsunade. Sonreí, quien iba a imaginar que terminaría extrañando a esos dos.
Ya han pasado 4 años desde mi ultimo entrenamiento con Lady Tsunade. Hace mucho no escucho sobre el Maestro Jiraiya, sin embargo he escuchado que Lady Tsunade se convirtió en Hokage de la aldea... Le prometí que volvería cuando terminara mi entrenamiento, fue una pequeña mentira que invente ya que en aquel momento no me sentía lista para volver, pero le prometí que lo haría.
Suspire, no podía seguir evitando lo obvio... No podía seguir escapando, tenia que superarlo. Ademas, en cierto modo, extraño mucho ese lugar.
Me levante y tome la bolsa con mis pertenencias. Esa misma mañana había mandado un telegrama a Lady Tsunade dándole a saber sobre mi regreso. Ya me había retrasado mucho. Di un salto hasta posicionarme en la colina mas alta de aquel lugar, pude ver que me quedaba un largo camino por recorrer.
Estaba recostado sobre un árbol, mi respiración agitada y mi falta de chakra... Debía recuperarme antes de que esos dos vuelvan a atacar. He estado todo el día entrenando con Naruto y Sakura, la verdad es que esos dos han progresado bastante. Naruto esta cada vez mas fuerte y entusiasta, si sigue así sin duda alguna algún día sera Hokage.
- No pensé que tuviera que utilizar tanto mi sharingan - Mire hacia arriba, ya había anochecido
- Creo que todavía resisto hasta el amanecer, veamos...- Revise mis armas. - Aun me quedan bastantes Shurikens y Kunais - El libro que me había dado Naruto...- "Tácticas para hacerlo"- Suspire y volví a dejarlo en su lugar. - Mejor no, ya no es como antes cuando podía pelear y leer mi libro al mismo tiempo... pero me muero por saber que pasa, es obvio que el protagonista tiene un secreto obscuro que esta apunto de revelar. Ahhh, ya me mata la duda, no se si pueda esperar.- Estaba considerando seriamente la idea de atacarlos y terminar con todo esto de una vez. Sin embargo eso no sera posible, estoy agotado y aun tengo que recuperar chakra. Nunca pensé que esto me tomaría tanto tiempo.
