Capítulo Único

6 1 0
                                    

Tarde, pero seguro.

El pasado 22 de abril fue el cumpleaños de Kitahara y escribí esto en su honor, siendo una idea que lleva rondando mi cabeza desde diciembre (iba a ser de navidad pero no tuve tiempo de hacerla en aquel entonces)

¿Ya les he dicho que AMO a estos dos como parejita? ¡Me matan a de amor!

Espero, como siempre, les agrade.

.

.

Kitahara maduró mucho con el pasar de los años. Ya no era el mismo muchachito odioso y altanero que estudió en la academia Ayanagi sino un hombre más tranquilo, considerado y paciente. Por supuesto, habían aspectos que no podía cambiar (siendo parte de su personalidad) pero eso le daba une encanto natural... O así decía Hachiya So, su adorado novio.

Para él mismo fue bastante inesperado cómo cayó por el muchacho de lentes, y las miradas discretas (a veces no tanto) y las sensaciones que lo sacudían cuando estaban cerca se lo dijeron todo. Kitahara, en el fondo, era sentimental y no se cerró a la posibilidad de querer a alguien tan especial como Hachiya, quien con su notoria torpeza (de la que se burló más de una vez en el pasado) y su genuina gentileza cautivó su corazón. Lo mejor de todo era que tenía la enorme dicha de ser correspondido.

No podía comparar su relación con la que su mentor Sazanami mantenía junto a Yuzuriha (siendo excesivamente románticos) pero para Kitahara era muchísimo más de lo que habría imaginado alguna vez. No sabía si se debía a que era feliz con detalles (un beso de Hachiya era como tocar cielo) o este le llenaba demasiado con sólo una mirada sincera y cariñosa. Ah, que afortunado se sentía...

Y porque era feliz, porque quería ir más allá, hubo algo que se le metió en la cabeza y en lo que no había podido dejar de pensar, imaginando un sinfín de posibilidades. Así que, antes de volverse loco, Kitahara decidió conversarlo con alguien que pudiera ayudarle, reuniéndose días después con Sazanami (que no había dejado de ser un superior para él a pesar de los años transcurridos) recurriendo una vez más a sus valiosos consejos, sólo que en un ámbito distinto al de su ocupación como actor.

-Si es lo que deseas hacer, y crees que es el momento, hazlo.- fueron las palabras del mayor, sereno.

-¿Cómo sé si es el momento...?- preguntó esta vez él con inquietud.

Sazanami lo pensó momentáneamente, dando un sorbo a su café, para luego agregar:

-Es algo que debes hallar dentro de ti. No te precipites y deja que las cosas fluyan, aunque si ya has pensado en ello quiere decir que la ocasión llegará pronto.-

Kitahara sólo pudo asentir, siendo sacudido por las palabras del otro, y le agradeció por su tiempo. Sazanami le deseó suerte cuando más tarde se despidieron.

.

Dejando la última caja en el suelo, Kitahara se llenó de satisfacción. El lugar aún no estaba arreglado, siendo completamente nuevo, pero poco a poco lo iría moldeando a su gusto. Lo importante era que, luego de mucho esfuerzo y sacrificio, ya tenía su departamento propio.

-Buen trabajo, Ren-kun.-

La dicha se hizo aún más grande al escuchar aquella voz suave, de la que tanto se había habituado, y percibir el aroma del chocolate que el otro transportaba en dos tazas. Kitahara tomó la que se le fue entregada, agradeciendo antes de sentarse sobre la caja que recién cargó hasta allá, y el hizo una seña a Hachiya para que se sentada a su lado.

Hogar para dosWhere stories live. Discover now