Silencio

27 1 0
                                    


El silencio inundaba toda la habitación. Ni un solo sonido se podía escuchar, salvo la respiración entrecortada de dos cuerpos desnudos y el crujir del papel de cigarrillo, consumiéndose a cada calada que le daban. La electricidad en el aire era palpable y a su vez la tensión daba un ambiente pesado. Ninguno de los dos sabía qué decir o comentar.

Lo que partió de un coqueteo inocente de dos almas en una fiesta, atraídas por la necesidad de llenar el vacío que lleva uno dentro, desesperados por calmar ese dolor que no se puede expresar con palabras. Un encuentro de una noche, sin un fin alguno, arrastrado por el deseo de sentir la proximidad de otro ser humano. Se usaron mutuamente; ella por el deseo que causa el tequila y él para apaciguar el sufrimiento de una ruptura.

Finalmente, el chico rompe el silencio incómodo "Creo que deberíamos volver a la fiesta" dice con una voz ronca y amable mientras se arregla el cabello. La chica emite un "Sí" casi inaudible. Incluso despeinado y sudado le resultaba increíblemente atractivo; se recostaba en la cama con tan naturalidad, como si nada lo molestara y careciera de inseguridad alguna. Cohibida y consciente de sus imperfecciones ella comienza a vestirse mientras él sigue sus movimientos con la mirada.

"¿Podrías llevarme a mi casa en vez de la fiesta?" pregunta mientras se retoca el maquillaje. El chico asiente y apaga el cigarro en el cenicero. Se acerca a ella, abrazándola por la espalda y se ven al espejo. Dos desconocidos que estaban familiarizados con cada centímetro de la anatomía del otro. Ella le da un beso en la mejilla, pero él no lo permite y voltea la cara para que sus labios se conecten, ambos ríen sin separar los labios.

Agarrados de la mano se dirigen al coche y él le abre la puerta antes de entrar. "Me gustaría mostrarte algo antes de llevarte a tu casa" comenta el muchacho encendiendo el coche y ella asienten. Ambos jóvenes se encaminan en la carretera y después de media hora de camino finalmente llegan a su destino; un pequeño parque de una colonia a las afueras de la ciudad. No era la gran cosa, pero a juzgar por la nostalgia impresa en el rostro del chico, ella supuso que ese lugar tenía valor sentimental.

Se sentaron en una banca y él entrelazo sus dedos con los de ella, estaban tan cerca que se embriagaba con el aroma que emanaba; una combinación de perfume con tabaco y sudor. La noche era cálida y despejada. Una lámpara del parque parpadea, pero la luna iluminaba sus rostros. Él la miró directo a los ojos. No era tan perfecta, el maquillaje estaba un poco corrido, pero las sombras hacían contraste con el color de su iris, se percató por primera vez que los ojos de la joven eran grises.

"Solía venir con Novia aquí para pasar el rato"

"¡¿Novia?!" responde ella alarmada. El chico ríe por lo bajo y niega con la cabeza "Disculpa, aun no me acostumbro; Ex novia. Cortamos hace un mes, por más que intento que regresemos no funciona las cosas" el chico no sabía la razón del porque estaba compartiendo cosas tan personales con ella.

Ella dejó de sentirse especial "no soy la única que ha traído aquí..." pensó e incómodamente se remueve en su lugar deseando estar en casa o en cualquier otro lugar lejos de él. El joven se dio cuenta del error de su comentario y le ofreció un cigarro "No quería que te incomodaras. Soy un imbécil" ella lo tomó y lo encendió "No, no es eso... pues si tanto la quieres no dejes de luchar por ella..." responde dulcemente, dedicándole una mirada empática y tocándole el hombro.

Sin pedir permiso él tomó su rostro entre sus manos y conectó sus labios en un tierno beso "Ella no es importante ahora, estoy contigo en este momento. Quería traerte aquí porque..." se dio cuenta que no sabía porque la había llevado ahí, pero no emitió su respuesta ya que ella imitó su acto y le plasmó un beso en los labios. "No es relevante, el caso es que agradezco que compartas esto conmigo. Puede que no nos conozcamos mucho... pero tienes una amiga que estara para ti" dijo la chica con toda sinceridad.

Silencio.Where stories live. Discover now