Capítulo 1.

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Natalia.

Después de tanto tiempo volvía a estar en Madrid. Creo que hacía como 3 meses que no andaba por estas calles, ya que llevaba todo ese tiempo de gira por Estados Unidos y Latinoamérica. Era mi tercera gira y que por fin haya podido ir a visitar a mis fans de Latinoamérica me conmovió mucho, llevaban deseándolo bastante y para que mentir, yo también. 

Dentro de una semana cerraba esta gira, que tantos momentos buenos me había traído. Y justo el último concierto era aquí, en Madrid, en mi casa. Estaba super emocionada, porque después de 1 año esta etapa se iba a cerrar pero dentro de unos meses se abría otra. Ya estaba empezando a componer las primeras canciones que compondrían mi cuarto álbum. 

Iba tan absorta en mis pensamientos, en todo lo que tenía que hacer esta semana que no me percaté de la persona que venía corriendo hacia mi dirección. No me había dado tiempo a apartarme y chocó conmigo, derribando todo mi café en mi camisa favorita. 

- ¡Oh dios mío, lo siento! - gritó prácticamente la chica al percatarse de mi camisa manchada. - Dios, Alba, por qué nunca ves por donde vas. - creo que eso fue un intento de susurro pero logré escucharlo.

- Hey, no pasa nada, solo es una camisa y un café. No es para tanto. - intenté tranquilizarla porque estaba bastante nerviosa y ni siquiera me miraba. Pero justo en ese momento levantó su cabeza y joder, vaya ojos. Ahora la que estaba nerviosa era yo.

- Jo, de verdad, lo siento muchísimo, no sé que me pasa últimamente que no me fijo en por donde voy. Lo siento de verdad. Déjame recompensártelo. - lo dijo tan deprisa que puse mucho empeño en entender todo lo que decía. 

- Trato hecho. - esta situación es un tanto extraña. No sé ha percatado de quién soy, bueno, al parecer no todo el mundo me conoce, gracias por tanto, porque hace 10 minutos me habían parado 20 personas para echarse una foto conmigo. Que yo los quiero mucho pero hoy solo quería dar un paseo tranquila.

- ¿Qué te parece que te invite a un café? Ya que te estabas tomando uno... y bueno... con la camisa no puedo hacer nada. - era tan mona preocupándose.

- Claro, por mi perfecto. Donde tú quieras vamos, pero... mejor en un sitio donde no haya mucha gente, por favor. - le contesté, intentando no sonar borde al mencionarle mis condiciones. No quería que más gente me parase y tampoco quería que ella supiese que era famosa, me vendría bien una charla normal, con una persona normal durante unos minutos.

- Si, claro. ¿Tienes ansiedad o algo? - preguntó. Ay, si ella supiera.

- No, pero... - a ver que me invento yo ahora. - No tengo ansiedad, pero tampoco es que me guste estar con mucha gente.

- Entiendo, pues conozco un sitio perfecto. - dijo sonriendo. Ya no quedaba nada de esa chica nerviosa. - Por cierto, ¿como te llamas? 

- Eh... Natalia. - no le voy a decir mi apellido ni de coña.

- Oh, me gusta. Yo me llamo Alba Reche. ¿Solo Natalia? 

- Si, solo Natalia. 

No me presionó y se lo agradecí. Estuvimos en silencio todo el camino. Aunque tampoco tardamos mucho en llegar a esa cafetería, solo nos llevó unos 5 minutos. Entramos en el local, era pequeñito, no había mucha gente, eché un vistazo y tampoco parecía de la típica gente que sabía de mi existencia así que respiré tranquila. Aún así la llevé hasta la última mesa que había en la esquina.

- ¿Eres alguna fugitiva o algo? 

- ¿Qué? - estaba tan absorta en mi mundo que no me di cuenta de la intensa mirada de Alba. 

¿Te atreves?Where stories live. Discover now