¿Yo soy el que da mala suerte a los demás o simplemente este mundo está podrido?

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Existe una antigua leyenda que dice que los gatos cuyo pelaje sea negro son de mala suerte, sólo traen infortunio y tragedia. Es curioso, yo toda mi vida he sido un espectador de incontables momentos de desgracia, pero nunca me había detenido a pensar si yo soy el que da mala suerte a los demás o si simplemente este mundo está podrido.

Mi vida es muy aburrida, se podría decir que no tenga nada que hacer durante el día, por eso duermo, pero al caer la noche las luces de la cuidad cobran vida al igual que mi curiosidad y mi hambre por ver con mis propios ojos el final de las historias que sigo día a día. Cada atardecer anuncia el comienzo de un nuevo espectáculo, uno al cual nadie me invito pero tengo que admitirlo, me encanta el poder descubrir un nuevo show secreto, los actores tienen miedo de que los descubran, mas mi presencia es indiferente para ellos.

Al caminar siento como si mis patas se marcaran en el asfalto, como si ese pedacito de calle me perteneciera solo a mí y soy yo el que les da permiso a los demás de caminar en mi territorio, en mi escenario, el cual tiene miles de actores que hacen independientemente cada uno su propia escena. Es una pena que el público esté conformado sólo por mí, que ni siquiera puedo aplaudir, igual normalmente mis amadas historias terminan en tragedia y tengo que admitir que al pasar los años es cada vez más aburrido el final ya que resultan demasiado obvias las consecuencias de las acciones de estos pobres personajes, los cuales pareciera que leen el mismo libreto. Es como leer una y otra vez el mismo libro, no importa que tan buena y original sea la trama, terminara aburriéndote. Pero bueno, esto no trata de mi sino de ellos, las estrellas que me entretienen cada día, por fin llegue a mi destino y después de trepar por las escaleras de emergencia logro sentarme en mi butaca personal la cual es en este caso el marco de la ventana de un departamento bastante humilde, al mirar dentro veo la misma escena de siempre como si ensayaran una y otra vez solo para que quede perfecto, veo a una familia "perfecta" con una mujer algo mayor planchando ropa tranquilamente mientras su esposo juega con sus dos hijos, ellos parecen felices de estar con su padre, que inocentes que son los niños es una pena que crezcan. Al pasar unas horas veo que todos ya están dormidos o eso parecía hasta que ese "perfecto" hombre de familia toma su abrigo y sale del departamento tratando de no hacer ni el más mínimo ruido.

Aquí termina el primer acto, si quiero ver el segundo tendré que seguirlo y es así como lo he hecho muchas veces, al mirar abajo veo que hay una señorita esperándolo, la misma de siempre, la misma a la cual siempre escucho que ese hombre perfecto le promete dejar a su familia e irse con ella, pobrecita, no se da cuenta que eso nunca sucederá, el está muy cómodo con su vida como para dejar todo otras por ella. Nunca entendí por que los humanos se comprometen si igual serán infieles a su pareja, no tiene sentido ya que si no eres feliz con tu pareja porque le hacen perder el tiempo a esa persona además de perder el tiempo ellos mismos, yo no estaría ni un segundo al lado de alguien que no amo.

En verdad esta obra ya la he visto miles de veces y siempre alguien termina con el corazón roto o algún muerto, me sorprende ver lo vengativos que son los humanos que hasta están dispuestos a abandonar su propia libertad a cambio de su venganza. Sigo caminando por los callejones dispuesto a buscar otra obra que me resulte más interesante y rápidamente la encuentro, un hombre de traje siendo asaltado con un arma blanca por un joven que se ve que no conoce el jabón, veo que el hombre trata de resistirse solo para terminar siendo apuñalado mientras el joven sale corriendo sin importarle si vive o muere, si tiene familia, si tenía sueños por cumplir o por lo que sentirán sus familiares y amigos al enterarse de lo sucedido. No, solo corre sin importarle nada, supongo que satisfecho de haber podido robarle su celular, y aunque esta escena la he visto miles de veces, no deja de sorprenderme, el hecho de que alguien se sienta en su derecho de quitarle la vida a otro, de que no exista ni la mínima culpa, de que una persona pueda tener un pensamiento de "solo lucho por mí, solo me amo a mi mismo, ese es el único amor que necesito". Al bajar el telón de su vida ya no hay nada más que ver, solo queda seguir y buscar otra obra.

Caminando por los oscuros callejones logro escuchar un grito el cual anuncia el comienzo de la próxima obra. Veo a un chico siendo golpeado por dos individuos que utilizan el mismo uniforme escolar, ¡ya recordé a ese chico! , hace tiempo que le había perdido la pista, lo cual es una pena ya que esta es una de mis obras favoritas aunque al igual que todas las demás obras que he visto cientos de veces es ver el mismo libreto repetirse, lo único que cambian son los actores y algunas veces el final es más interesante y triste. Escucho al chico pedir ayuda, es una pena que el público no pueda entrometerse en la historia y lo único que tenga permitido hacer es mirar los hechos desde su asiento, como fantasmas, como gatos en la oscuridad. Esta obra siempre me pareció triste, sobre todo porque la he seguido durante mucho tiempo y como la mayoría de las historias no logro comprenderla, ¿será porque un simple gato callejero no podría entenderlo o simplemente es que lo pienso demasiado? Este chico víctima del acoso escolar no tiene más remedio que seguir el guion ya que sus gritos de ayuda han sido ignorados más de una vez, nadie quiere involucrarse en los problemas de los demás llegando al triste resultado de que parezca normal hoy en día este comportamiento. Realmente después de haber visto esto tantas veces llegue a la conclusión de que los humanos son realmente despreciables, cuando son miserables buscan hacer la vida de los demás aun más miserable para sentirse mejor con ellos mismos. Ya me puse de mal humor, será mejor que busque algo mejor para ver, la noche aun es joven y hay mucho por recorrer. Rondando sin rumbo en las calles iluminadas por luces artificiales las cuales osan opacar la belleza natural de las estrellas, que son tristemente ignoradas durante la noche que es justamente su momento de lucirse y presumir su esplendor al competir una contra la otra para ser la más brillante y lograr ser la más vista y admirada, pero de nada sirve todo eso si ni siquiera el público se toma el trabajo de mirar al cielo nocturno, séanme sinceros, ¿Cuál fue la última vez que se pusieron a ver las estrellas?

Mis orejas se ponen alertas al reconocer una voz, esa voz tan familiar que me ha acompañado en tantas noches de frio, la única que me hace sentir parte de la obra y no solo un simple espectador. Logro ver a mi dueño, ya sé que soy un gato callejero pero se podría decir que él es un dueño callejero, me acerco y restriego mi cabeza contra su mano pidiendo su atención la cual recibo en forma de caricias, realmente me siento feliz en su compañía, siento que realmente no importa nada mas aunque no estoy seguro si él piensa igual a mí. Me siento en su regazo proclamándolo parte de mi territorio y lo acompaño en su labor, pedir limosna al publico que pasa a su lado, como si tratara de cobrar la entrada de un espectáculo al cual nadie se detiene a ver y no los culpo, realmente no parece interesante una obra de un vagabundo y un gato negro. Escucho a mi amo pedir dinero para comida pero nadie se detiene a escucharlo, nadie lo nota o más bien nadie quiere notarlo, preocupados por sus propios problemas y quejándose de sus vidas cuando a su lado esta alguien que se encuentra mucho peor que ellos y aun así ni una sola vez lo he escuchado quejarse a mi amo, aunque siempre sentí curiosidad por saber cómo termino así, viviendo en la calle como un gato callejero. Me siento cansado, aun es demasiado pronto para dormir pero la paz que siento al estar con él es más fuerte y siento mis parpados pesados. Miro a mi amo y siento una punzada en mi corazón al ver su rostro, se veía cansado o más bien se notaba que ya se había rendido, y por primero vez en mi vida odie el hecho de ser un gato, odie el no poder consolarlo y decirle que el aun no estaba muerto, que la muerte es el final de todo, pierdes tu pasado y futuro en un instante y nunca los podrás recuperar pero mientras sigas con vida, siempre tendrás la oportunidad de cambiar las cosas. Lo miro directamente a los ojos tratando de que mi mensaje le llegue y el solo me acaricia en respuesta, realmente él es especial y no quiero que sea como los demás humanos que desprecian lo que tienen, mientras suspiran por lo que quieren. Solo puedo acompañarlo hasta que se sierre su telón.

Estos son solo los pensamientos de un gato callejero, a fin de cuentas aun no sé si soy yo el que le trae mala suerte a los de mi alrededor o simplemente el mundo es así, si les soy sincero espero que sea yo el que causa la mala suerte porque si todas las obras son como las que veo siempre, realmente este gran teatro en el cual coexistimos todos está podrido.

Les deseo buenas noches y espero que nunca te encuentres conmigo.

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⏰ Last updated: Feb 03, 2016 ⏰

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