Todos pasamos por nuestra niñez, ser niños, inocentes, con miles de preguntas, haciendo travesuras, llorando, cayendo, aprendiendo, experimentando, dar pasos nuevos, sin responsabilidades pero aprendiendo a ser responsable y lo que se debe hacer, socializando con otros niños, comiendo golosinas hasta no poder más, jugar, ver dibujos animados, leer cuentos, dibujar, pintar, soñar...
Seungmin era un niño muy soñador, el decía que cuando sea grande iba a poder volar, todas las tardes amaba ver a los distintos tipos de pájaros volar sobre su hogar y árboles, también aviones, los cuales saludaba con muchísimo entusiasmo, pensaba que volar sería algo estupendo y podría ver a todos super chiquitos como lo veían a él en ese momento.
Al pasar unos años ese sueño se convirtió en algo más pero la idea inicial jamás se fue, ahora al volar podría escapar del infierno que era su casa, de su "padre" malo que lo golpeaba y lo mandaba con esos hombres feos y grandes que no le hacían cositas buenas, él se sentía incómodo pero solo le hacía caso a su "padre" no le quedaba de otra ya que solo eran ellos dos, Seungmin soñaba con ser grande y poder volar, volar del nido como dicen no?
Él solo con pocos años empezó a sufrir consecuencias que no eran para nada su culpa. Él fue feliz hasta que sus padres biológicos fallecieron y se tuvo que quedar a cargo de un tío lejano que jamás había visto en su vida, pero se hizo cargo ¿no? Desde ese momento el fue su nuevo "papá"
Primero solo era ser sirviente y recibir golpes, luego llegaron los toques y finalmente lo que lo destruyó por completo.
Maduró a muy corta edad, se resignó a que siempre iba a ser así pero muy dentro de él seguía ese niño inocente que solo quería ser mayor y volar...
Siempre fue a la escuela por su cuenta, el no era un mal chico para nada y era lo que lo distraía y sacaba un rato del infierno que vivía constantemente.
Cuando empezó la secundaria todo empeoró, el bulliyng, la discriminación y los rumores eran grandes, él en la escuela como en el mundo estaba solo.
Hasta que apareció un chico alto de figura refinada y razgos hermosos que lo hacían ver como un príncipe y solo dijo "yo no juzgo ni tengo prejuicios, allá ustedes que se dejan llevar por lo que dicen los demás" y desde ese entonces el alto se le acerco insistentemente pero no acosándolo.
"Hola! Soy Hyunjin, y tu?
Aléjate de mi, no ves que te miran raro..
Hyunjin no veía a nadie más que a él."
Meses tuvieron que pasar para que Seungmin tuviera la confianza y pudieran entablar una conversación y almorzar juntos, más de un año para ser amigos y unos cuantos meses más para ser los mejores amigos que pudieran haber, obvio todo esto sin que Seungmin le contara todo lo que vivía día a día.
"Hola! Quieres que hagamos el trabajo juntos en la biblioteca?
Mmmh, está bien...
unas palabras, un avance."
Hyunjin siempre lo vio de diferente manera a Seungmin, le encantaba observarlo, observar su lunarcito que destacaba en el rostro de porcelana que poseía el menor aunque casi (por no decir siempre) abundaban con ojeras y era una de las tantas cosas que preocupaban al mayor.
"Minnie, estas durmiendo bien? No te desveles, te hace mal venir al colegio así
Hyung, no no es nada, solo yo ya soy así por eso siempre tengo ojeras pero duermo bien, lo prometo..
