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—Han Jisung.

El aludido alzó la mirada del suelo para posarla en el hombre que podría romper su sueño en pedazos. Las manos le temblaban y el corazón le latía desbocado. Se estaba preguntando qué le iba a decir ahora, ¿le elogiaría o le criticaría?

—Tienes una voz brillante, pero no parece que disfrutes mucho del baile. —A Jisung se le heló la sangre. Iba a criticarle, acababa de dar en su punto débil—. Es inestable, no coordinas como deberías.

Se llevó el micrófono a los labios para pronunciar un simple «sí». No podía decir nada más.

JYP suspiró, miró unos papeles y después observó a cada uno de los nueve miembros. Todos parecían nerviosos por la valoración, pero permanecían quietos. 

—Yang Jeongin... —Volvió a mirar los papeles y en la sala se escuchó una respiración entrecortada del más joven del equipo—. Has mejorado desde la última vez, pero todavía necesitas más práctica. —Hizo una pausa durante la que se aclaró la garganta y suspiró por segunda vez en el día—. Esta vez solo hay un miembro en riesgo de ser eliminado...

Jisung cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás. Sabía que le había tocado el turno, pero solo podía desear que no fuera así. Pese a que no quería que a ningún otro de sus compañeros le sucediera, él no se veía capaz de afrontarlo. Estaba trabajando todo lo que podía, y ni de esa manera lograría debutar.

De repente notó que alguien le cogía de la mano y entrelazaba los dedos con los suyos. Minho, a su derecha, había notado cómo el joven se estremecía, así que trató de tranquilizarlo.

El chico lo miró con los ojos muy abiertos, pero Minho miraba a JYP con seriedad.

—El miembro en riesgo de ser eliminado es Han Jisung —confirmó, aunque todos sabían que él sería el elegido.

Jisung asintió en su dirección, tratando de tragarse las lágrimas, y Minho apretó su mano. En cualquier otro momento probablemente habría intentado soltarse, porque la verdad es que le estaba haciendo daño, pero en ese instante lo único que sintió fue seguridad.

—Trabaja duro. Nos vemos en la siguiente misión, chicos.

Todos se despidieron mientras veían cómo abandonaba la estancia, y entonces se quedaron solos en el silencio.

La mano de Minho aflojó su agarre, y sin soltarse todavía, apoyó su cabeza en el hombro de Jisung.

—Todo va a salir bien —le dijo.

—No creo —respondió este con sinceridad—. JYP tiene razón. Bailar no se me da bien, y tampoco me fascina. No voy a poder hacerlo.

Minho frunció el ceño y se irguió.

—¿Te estás rindiendo ya?

—No, pero intento ser realista.

Cuando el mayor le soltó la mano, Jisung pudo ver en su rostro la decepción que sintió debido a sus palabras, y también algo más, quizá tristeza. Seguidamente, Minho se retiró de la sala sin establecer contacto con ningún otro miembro y Jisung se quedó aún más destrozado, mirando hacia la puerta por la que acababa de desaparecer el chico que siempre le aceleraba el corazón.

—Hannie, no te preocupes. —Jisung guió la mirada hacia su líder y asintió varias veces—. Nosotros haremos todo lo que podamos para que mejores, lo harás genial.

—Perdona, hyung, estoy un poco cansado y me gustaría ir al dormitorio.

Chan sonrió de medio lado, asintió y señaló la puerta con la mano, esperando a que Jisung se marchara.

Cuando llegó a casa fue directo a la habitación que compartía con Hyunjin, Jeongin y Minho. Este ya se encontraba tumbado en la cama, con los brazos cruzados detrás de la cabeza y mirando hacia la litera de arriba. Jisung no dijo nada, apartó las mantas y se dejó caer en la otra litera, mirando hacia la pared y dándole la espalda a Minho.

No sabía por qué, pero tenía muchísimas ganas de llorar, y no era a causa del riesgo de no debutar, aunque eso ayudaba a reforzar su sensibilidad, sino que era a causa del chico que descansaba a unos metros de distancia. Normalmente bromeaban entre ellos a todas horas y casi no podían permanecer un día separados sin sentirse vacíos, así que el hecho de pensar que lo había decepcionado por su actuación de ese día y enfadado por haberle confesado su poca fe en salvarse hizo que terminara por romperse.

Se cubrió hasta la cabeza para intentar disimularlo, pero una vez hubo empezado, no pudo frenar. Se secaba las mejillas cada vez que se le humedecían, e intentaba controlar su respiración, pero no parecía estar saliéndole muy bien cuando su cama se hundió por el peso de Minho al tumbarse junto a él. Destapó el rostro de Jisung con delicadeza y se acercó para poder rodearle el cuerpo con el brazo. Segundos después, pegó su cara a su espalda y cerró los ojos.

—Hyung... —dijo Jisung unos segundos después, todavía con la voz entrecortada.

—Dime.

—Lo siento.

Minho se echó un poco hacia atrás con la intención de dejarle espacio a Jisung para que pudiera encararlo. 

Cuando lo hizo, lo observó fijamente durante varios segundos con el ceño fruncido.

—¿Y eso por qué?

—Por decepcionarte, debí hacerlo mejor.

Jisung cerró los ojos cuando Minho pasó la mano por su mejilla para secarle las lágrimas.

—Diste lo mejor de ti. No creo que puedas decepcionarme nunca.

Sus palabras le hicieron sentir que una calidez se extendía por su pecho, pero también dolor. Minho no sabía lo importantes que eran para él.

—Duerme, que ha sido un día largo.

Jisung cerró los ojos y se dio cuenta de que sí, como le había dicho a Chan, estaba cansado. Por tanto, no tardó mucho en dejarse vencer por el sueño, consiguiéndolo debido a la tranquilidad que Minho le aportaba cada vez que estaba cerca.

—Ardilla estúpida —dijo cuando se quedó dormido, pero sonrió levemente y se levantó para volver a su cama.

Little Darling  [Minsung]Where stories live. Discover now