Parte 1

3.7K 116 16
                                    


¿Tres? ¿Cinco? Ya había perdido la cuenta de cuantas veces, se había piñizcado el brazo.

Esa zona empezaba a tornarse cada vez más roja, pero ¿Qué más podía hacer? Solo hace algunas horas su inexpresivo novio anuncio ante unos pocos amigos que iban a unirse en matrimonio. Ese mismo rojo que teñía su piel ahora lucia en todo su esplendor sobre sus mejillas. ¿Cómo será su vestido de novia? ¿Cómo serán los arreglos de mesa? ¿Cómo se verá Sasuke-kun con un kimoto? ¿Escogerá gris? ¿O será negro? ¿Cómo debería llevar su nombre en las invitaciones? ¿Haruno? ¿Uchiha? ¿Cómo llevaría en orden su vida estando casada? Las misiones ya no serían tan frecuentes ¿No es así?

—Sakura—Esa voz fue acompañada del sonido que producía la puerta de su cuarto al abrirse.

¿Ni la amabilidad de tocar antes?

—¿Están seguros de su decisión? —Sus ojos verdes reflejaban preocupación.

Era Mebuki Haruno, su madre.

Una madre siempre se preocupaba por sus hijos, pero Mebuki tenía una preocupación mucho más grande e encima de muchas angustias ajenas. Después de que su hija se embarcara junto con unos de los ninjas más reconocidos hasta temidos de Konoha por solo tres meses a una de las misiones del joven, ambos regresaron siendo pareja lo que era acéptale, pero ahora anunciaron su compromiso. Era muy repentino, podría ser algo espontaneo. Después de todo aunque era un noviazgo muy serio incluso frio para la mayoría de ojos en la aldea, ellos solo tenían veintiuno años.

—Sí, Mamá—Le sonrió mostrándose feliz. Nervios o no, estaba contenta.

—¿Ya han planeado donde vivirán?

—No... aun no, pero estoy segura que en su departamento.

—¿No estarás embarazada, verdad?

Esa última pregunta hizo enrojecer por completo de la ojos jade, casi formulando humo por sus orejas, como si de una olla hirviendo se tratara. ¿Bebe? Por supuesto que no estaba esperando alguno. Para empezar ellos jamás han experimentado el rose de sus labios, mucho menos habían tenido ese contacto tan íntimo. Si de seriedad se trataba, Sasuke Uchiha era eso, incluso reservado hasta frio con estos temas.

—¡No! ¡Nosotros no hemos h-hecho eso!

—Está bien, buenas noches—Huyendo de ese extraño ambiente la mujer de mayor edad, se marchó.

Sakura exhausta, se dejó caer sobre su cama rosa. Vagamente recordó, el único momento que han tenido cerca de parecer novios. Fue en el hospital de Konoha, Sasuke había regresado y fue a buscarla para pedirle que lo acompañara a su próxima misión. Las habilidades y conocimientos médicos, eran necesario para el azabache. Una amplia sonrisa fue reflejada en el rostro de la chica, cuando recordó el cálido tacto el abrazo del Uchiha. Luego de hablar sobre la ética shinobi que conllevaba la misión, Sasuke con una serenidad y una felicidad oculta le dijo que aparte de eso, había regresado por ella. La misma sonrojada le dijo que esto era una clase de sueño, ya que nunca se esperó tal confesión. El pelinegro respondiéndole le susurró al oído cuanto sentía haberla hecho esperar tanto años, mientras que con su único brazo la aferraba a su cuerpo. Aquella noche se mostraba ante ella, un Sasuke que solo ella podía ver, uno dispuesto a corresponder a sus sentimientos y por esforzarse en brindarle la felicidad que tanto había deseado.

Si, ese fue lo mejor día de su vida.

Pero aquella maravilla no fue para siempre. Los siguientes días, incluso meses fueron normales para no decir que no hubo más acción por parte del joven. Totalmente inexpresivo e indiferente ya sea ante los bento que ella le preparara, o esos raros casos cuando la chica apoyaba su cabeza sobre uno de sus hombros, estando completamente solos.

El gran y especial día para SakuraWhere stories live. Discover now