<Único Capítulo>

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"Esta nunca fue la forma en que lo planee"

Un hombre de veinticinco años aproximadamente, de cabellera azabache, de ojos rojos como el rubí, piel blanca y suave, alto y con un físico que hace babear tanto como a mujeres,  como a hombres. Esta persona era un empresario, así que era millonario y era conocido como Alfred Blackbear.

"No era mi intención"

El empresario se encontraba caminando con desesperación por las calles, las cuales estaban llenas de discotecas, obviamente tenía ganas de entrar a una, así que observaba detenidamente cada una de ellas. A pesar de estar desesperado por beber algo, tenía que asegurarse de ir a una buena discoteca.

"Me puse tan valiente con la bebida en mano"

El de ojos rojos entró a la mejor discoteca del lugar.
Al entrar a dicho lugar pudo sentir como el olor a licor y cigarro inundó sus fosas nasales, se adentro al lugar evitando chocar con las personas que se encontraban bailando.
Llegó a la barra pidiendo un vaso de vodka.

"Perdí mi discreción"

Miró todo a su alrededor viendo como las personas bailaban, bebían, fumaban, se besaban y más de algunas personas estaban dispuestas a follar sin importar que demás gente los miraran. Su vista fue hacia la pista de baile, donde vió a un jóven castaño.

"No es lo que, suelo hacer"

Alfred, o mejor conocido como Fred, miraba atento a ese pequeño castaño, miraba detalladamente todo el cuerpo del menor, desde la coronilla hasta la punta de sus pies. Su cabellera era castaña, unos bellos ojos azules, piel un tanto morena, cuerpo delgado y a simple vista delicado, como el de una mujer. Y las curvas que poseía no era normal de ver en algún hombre.

"Sólo, quería probar"

Tomaba con lentitud su vodka, por más que quisiera dejar de ver a ese "niño" no podía, algo le atraía de él.

Vio como reía y junto a un par de chicos más se acerco a la barra, pidiendo algo de beber.

"Tengo curiosidad por ti"

Al tener más cerca al oji-azul lo pudo observar mejor.

Los demás que lo acompañaban se despidieron del de tez morena y se fueron, el azabache sonrió y al verlo solo se acerco dispuesto a hablarle.

-Hola- saludó viendo con una sonrisa pícara al contrario

El oji-azul lo vió y le sonrió -Hola-

"Atrapaste mi atención"

Ambos habían estado hablando por un tiempo. Fred aún no sabia el nombre de su acompañante pero tampoco lo creía tan importante. Después de todo solo lo vería esa noche, o eso pensaba él.

-¿Quieres bailar?- preguntó el azabache

-Con gusto- lo vió y le sonrió coqueto caminando hasta la pista de baile

Ambos empezaron a bailar lo más pegados que pudieran.

"Besé a un chico y me gustó"

I kissed a Boy •|Frededdy|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora