Con el tiempo aprendí que todas esas experiencias no eran cicatrices, eran tatuajes. Tatuajes que uno decide llevar en el alma, que nunca más se borraran, simplemente a veces los ocultamos para fingir estar bien pero cuando nos desnundamos los sentimientos nos damos cuenta que ahí siguen y seguirán hasta el fin de nuestros días.
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duras realidades
RandomTodos aquellos que te hacen daño, fueron los primeros en prometerte no hacerlo.