Capitulo uno

16 2 0
                                    

Cada constelación era la misma, cada noche; dia y época del ano

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cada constelación era la misma, cada noche; dia y época del ano. No las podía olvidar; cada una

de ellas se encontraba impregnada en su memoria; formando parte de su ser. El sereno de la noche, la calmaba; le hacia olvidarse de las constantes pesadillas que le atormentaban. Perdio su mirada en profunda noche, en esos oscuros ojos que transportaban a lugares inexplicables; que la llamaban a explorar sus secretos. Despacio, camino en dirección a su habitación; tal vez, ahora, pudiese dormir el resto de la noche, como debería ser; en calma. Trono su cuello, alivianando la sensación de tensión que aun corroía su cuerpo, deteniéndose justo frente a la habitación de su hermano. Le gustaba observarlo dormir, era reconfortante saber que aun no estaba sola. Tenia familia, un ser humano hecho de carne y hueso que aun se preocupaba por su persona. No como sus padres biológicos que se desvanecieron el aire hace anos; o su nana que murió en el acto de un accidente de trafico; y la novia de su hermano que murió de un disparo en la frente.

Su familia bien podría estar maldita y no saberlo. O, simplemente, tener un karma horrendo. No debía encariñarse con nadie; lo sabia, pero el corazon no podía ser mas terco. Amaba a su hermano, su forma de ser con ella; lo atento, cariñoso y bondadoso que era. Pasaba horas a la semana trabajando solo para mantenerla, brindarle un techo y una comida segura dia tras día. El tiempo jamas le alcanzaría para agradecerle todo lo que habían hecho en su nombre.

Sacudio su cabeza, despacio estudio la habitación. Era raro, aun no le había visto. Curiosa, se acerco. Sonriendo, se detuvo. Captando su presencia se alejo; como siempre, a varios pasos de la cabecera estaba ella, velando su sueno. Asintio, conforme antes de cerrar la puerta, despacio.

Desaparecio en la oscuridad de su habitación. Conociendo la ubicacion de su estéreo lo encendio. Su habitación insonora no afectaría el sueno de su hermano. Tarareando el tono de la canción se durmió. La Novena Sinfonia de Beethovenesa noche calmo sus pensamientos permitiéndole sonar con unos ojos tan azules como el cielo y tan profundos como el negro de las alas de los Cuervos.

***

Leyendo, en voz baja, disfrutaba la buena lectura de Ann Todd, After. La soledad, a pesar de no ser su pasatiempo favorito, se le daba bien. Por lo mismo, buscaba lugares apartados, pero abarrotados de personas. Cualquier tipo de sonido, cuanto mas fuerte, mejor; siempre seria bienvenido. Con el tiempo había aprendido a controlarlo, mantener sus diferencias ocultas. Era lo mejor. Los humanos, por mas que lo intentasen, nunca le aceptarían. Por temor, siempre terminan alejando a quienes no comprenden. Y ella, mas enigmática no podía ser.

Se rescoto sobre las gradas; un partido estaba por terminar. No había prestado la menor atención; a pesar de pertenecer al equipo ganador. Aquella tarde no había jugado, no estaba de humor. La cabeza le palpitaba avisándole de un posible episodio.

Suspiro; el timbre estaba por anunciar el fin del recreo. Guardo su libro, se quito los auriculares y sacudió la inexsistente arruga de su vestido cuando unos altos zapatos de tacon rojos entraron en su campo de visión.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 25, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

DaemoniumWhere stories live. Discover now