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Como ya explique en el libro anterior , esto será sólo un " copiar y pegar " del prólogo anterior. Trataré de sacar el próximo capítulo lo más rápido posible ¡ !
Portada en proceso.

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Era un día normal en Springfield.

Digo.

En Elmore.

Y la felicidad abundaba en la primaria de esta ciudad, ¿razón? estaban a tan sólo minutos de finalizar el año lectivo, todos los alumnos de dicho Instituto esperaban con ansias el sonar de la campana para poder tomar rumbo a sus casas.

—¡Al fin! Último día ㅡ la sonrisa no había abandonado su rostro desde el inicio del día ㅡ y solo faltan, eh... — el ser gatuno observó el reloj de la clase,  intentando decifrar lo que para él, eran jeroglíficos.

—10 minutos—dijo el de cabellos naranjas sin dejar de prestar atención a la clase, siempre con su tierna sonrisa.

—si si, ya lo sabía— colocó los ojos en blanco mientras cruzaba los brazos. Odiaba admitir cuando él se equivocaba, aunque muy en el fondo lo reconocía.

Se podía decir, que ninguno de los alumnos se encontraba en clase, sólo contaban los segundos para poder salir, así como todos los anteriores días del año; con la diferencia de que este sería el último de los próximos meses, los cuales pasarían haciendo prácticamente nada.
El timbre sonó, y la clase en cuestión de segundos estuvo vacía.

Simian sólo soltó un suspiro.

—¡al fin! —el oji-ámbar dió un gran suspiro a la par que colocaba sus brazos en su nuca — había esperado este día desde el inicio del año —sonrió feliz, junto con un movimiento en sus orejas felinas.

—¡Vaya! Me sorprende que aún puedas mover tus orejas — exclamó con sorpresa el de mechones naranjas, según él, después de "el cambio" habían perdido cualidades fantásticas.

—¡nunca podría perder mi don, hermano! — sus palabras fueron dichas con narcisismo

— ¿Y aún puedes ronronear? —su mano fue hacia la cabeza del peli-celeste para comprobar su teoría.

—¡Hey! No hagas e..- — sus palabras fueron interrumpidas por sus propios ronroneos, su hermano menor sólo pudo enternecerse ante esta acción.

—¡Awww! ¡Que adorable! — su singular sonrisa no se hizo esperar.

—...—

El oji-ámbar pudo sentir como sus mejillas comenzaban a arder, odiaba cuando su hermano sonreía de tal manera, tan tierna y pura, peor aún cuando estaba en público y no había manera de ocultar el repentino color en sus mejillas. Volteó su rostro, fue lo mejor que se el ocurrió hacer en ese momento, no quería que Darwin le lloviera a preguntas al ver el notorio color carmesí en sus pómulos.

(...)

Todos el alumnado subió al autobús que los fue dejando en sus respectivas casas, algunos llegaron a tan sólo comer y dormir, otros a alistar malestas para sus viajes, algunos a
sus tareas domésticas; y luego estaba los dos hermanos, que al llegar a su casa encontraron la imagen de su madre regañando a su marido.

—¡Richard! ¡Ya te dije que no llevaremos comida!—gritaba enojada, aunque para su familia eso era una "Nicole tranquila" —

—Pero Nicole . . en el viaje voy a morir de hambre, necesito llevarla — explicaba con sus nada válidos argumentos y guardaba nuevamente lo que su esposa sacó de la maleta.

. ﹢ - ̗̀💈﹢ ° ◌  BR0THER'S L0VE ㅡ GXDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora