Maratón
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En el colegio.
Adrien y Nino estaban sacando sillas afuera por... sólo la estaban sacando.
-Hermano, ¿por qué estamos haciendo esto?
Marinette se va a enojar cuando llegue.- dijo Nino, intentando entender cómo se metió en éso.
Sólo recordaba que Adrien llegó al colegio, se saludaron, Adrien le dijo que quería sacar sillas al patio y él le dijo hagamoslo...
Ahora entendía por que Alya aveces se enojaba sin sentido, quizás tenía sentido su enojó pero no se daba cuenta.
-No te preocupes por éso, sí Marinette viene temprano por una vez en su vida, sólo sigueme el juego que yo me haré cargo de todo.- exclamó el ojiverde con una sonrisa.
El moreno se sintió tranquilo ya que atrás de Adrien veía como Marinette se acercaba, lista para dar un sermón.
-¿Se puede saber... ¡por qué rayos sacaron sillas al patio?!- preguntó la ojiazul con enojó.
Era la tercera vez en ésa semana y la maestra le retaba a ella ya que no sabían quién hacía éso por lo que ése día se propuso a levantarse temprano e ir a ver quién era el... tonto.
Adrien se volteó a ver a su amiga y le mostró una sonrisa amable.
-Bueno, éso tiene una explicación lógica.- empezó a hablar el chico.
-Sí.- dijo Nino mientras asentía.
- Y fácil de entender.- continuó Adrien.
- Sí.- volvió a apoyar el moreno.
Adrien era de confianza y sabía que los libraria de ésa.
-Cuando lo sepas, te uniras a nosotros.- dijo el rubio.
-Sí.- exclamó Nino con alegría.
A ése punto, Adrien ya no era su amigo, era su hermano.
Nunca confiaria en alguien tanto como lo hace con Adrien.
-Y Nino te dará ésa explicación ya que todo fue su idea y yo soy totalmente inocente. - finalizó el rubio mientras el mencionado asentía con gran alegría.
-Sí... ¡Espera!
Nino se dio cuenta de lo que pasaba y miró al traidor.
-¡Adiós!
Adrien se dio media vuelta para huir y abandonar a Nino para que reciba él sólo el castigo, como todo buen amigo haría.
-¡Agreste!
Nino quiso detenerlo, pero Adrien se fue corriendo a toda velocidad... y chocó con una silla, cayendo y rodando varios metros de manera muy dolorosa, causando dolor ajeno.
-¡Adrien!- y Marinette fue a ayudar a su amigo que se quejaba en el suelo mientras Nino sonreía.
-Vaya, yo creí que me iba a abandonar, pero todo fue parte de su plan para despistar a Marinette y que así no se enojé con nosotros.
Es todo un genio. - dijo el moreno con alegría.
Sabía que su mejor amigo no lo iba a abandonar jamás.
-Creó... creó que me rompí una nalga.
Adrien, seguía vivo y se acariciaba una nalga mientras Marinette iba a buscar ayuda.
