OUVIR

6 0 0
                                    


Le gustaba conversar con ella. Oírla, escucharla, saborear golosamente la textura de sus palabras, desmenuzar con las yemas de los dedos su voz.

Además de sus palabras, indisoluble mezcla de ternura, rocosa impermeabilidad una veces, ténue dulzura en otras, de sal en la herida, contradiciión , vida y abrazo, le gustaba su voz.

Tenía voz de violonchelo: sosegadamente grave, tenue y envolvente, austeramente aterciopelada , pausada y masculinamente timbrada.

Reservada, prudente pero presente y vehemente como corteza de árbol. Oronda y tostada como la Luna llena naciente.

Tenía voz de silencio, de tierra húmeda, de movimiento de agua y de sombra de hoja.

Voz de abrazo, de hogar, de anochecer ámbar, de seco y tajante viento enfurecido cuando el enfado.

De recuerdo de traviesa y maliciosa niña grande pensando en voz alta después de gozar y entregar su cuerpo y su corazón.

Voz de hiedra, horizonte y sábanas limpias, de discreta y constante ola de mar...

... De tatuada y perenne huella dactilar....

OUVENDOWhere stories live. Discover now