Family Reunion.

Única parte.

Luego de unos cuantos años estando juntos, Venom y Eddie se hicieron inseparables, tanto literalmente como emocionalmente, hasta llegar al punto de entablar un extraño pero lindo romance. Y de aquél romance nació un fruto. Ambos esperaron un hijo durando tan solo 6 meses que, a pesar de ser relativamente cortos, para la pareja fueron largos tiempos de espera.

Fue un embarazo normal de no ser por algunos pocos detalles. Sin contar lo ya antes mencionado, lo más sorprendente era que Eddie era un hombre. Pero, al ambos ser tan compatibles, Venom logró formar un útero y un ovario dentro del cuerpo del humano. 

Aquello fue un acto travieso del simbionte. Eddie sabia de los cambios que hizo Venom en su cuerpo ya que se lo había comunicado, eso sí, sin su permiso. Tuvieron una pequeña discusión sobre eso pero, como siempre, Eddie no era una persona de guardar rencor ni hasta el ahora esposo de su ex-novia, por ende, perdonaba con facilidad a su novio alienigena. 

Lo que no supo fue que, luego de tener sexo con el simbionte, quedaría embarazado. Venom, analizando por dentro el cuerpo del castaño, pudo comprobar que habían logrado concebir un bebé. No se lo dijo a Eddie puesto que pensó que era algo obvio al terminar, en pleno orgasmo durante el sexo, sacando un liquido que entró en Eddie. Sin embargo, pareció que, o no lo notó o bloqueó su mente para no pensar en la posibilidad de aquello. Venom pensaba que los humanos tenían una gran capacidad para creerse sus propias mentiras. Desafortunadamente para Eddie, los vómitos, los mareos y las colosales cantidades de hambre que sufría hicieron resaltar la verdad, que al final terminó por verificar preguntándole a Venom el cual lo confirmó. Iban a tener un bebé.

Luego de las miles emociones positivas y negativas que rodearon a Eddie, al final terminó aceptando la realidad e incluso emocionándose por ser padre y formar una familia con la persona que amaba, bueno... El simbionte- alienígena-parásito que amaba.

Y, de ahí, nació el esperado retoño en forma de una masa oscura y amorfa, del tamaño de un puño. El tamaño pequeño de aquella criatura ayudó en el parto haciéndolo casi indoloro con excepción de las contracciones que el cuerpo humano de Eddie imploraba tener. 

Aquella masa negra y deforme, con la textura media gelatinosa de Venom con diferencia de ser más espesa y consistente, evolucionó a tomar una forma redonda del tamaño de una masa de pan que Eddie podía sostenerla perfectamente haciendo cuna juntando las dos manos. Junto a estos cambios apareció uno que le daría vida a aquel extraño simbionte, unos enormes y adorables ojos, con unas grandes pupilas rojas y con la esclerótica de un color verde limón. También tenía algunos slime delgados del mismo color verdoso rodeando su redondo cuerpecito. 

-Dios... -Eddie se quedó apreciando la ternura del hijo que él mismo, junto a Venom, dio a luz. Aun cuando ya había pasado tiempo desde que ya no estaba embarazado, aun sentía sus hormonas revolotear sus sentimientos. El orgullo y amor incondicional que le tenía a su bebé era algo que nunca pensó que tendría. Tantas eran esas emociones paternales que le estremecían al ver aquella criatura causó que sus ojos se sintieran húmedos llenándose de lagrimas de felicidad. Felicidad propia. No se parecía en nada a un bebé humano pero eso a Eddie no le importaba. 

-Estamos felices, Eddie. -Su querido amante inseparable, Venom, salió del cuerpo del castaño por su espalda alta, estirándose por su hombro hasta estar al lado de él, para también apreciar su bebé. 

-Lo estamos. -Posó una de sus manos la parte de Venom que parecía su cuello,  al mismo tiempo que giraba su cabeza, para acercarlo a su rostro, y así, entablar un cariñoso beso en la frente del simbionte.- Sleeper parece tan curioso... Lastima que no se pueda mover sin nuestra ayuda. -Dijo el castaño volviendo a su posición original. Aquél sombre lo escogió Eddie ya que, cada vez que le preguntaba a Venom como se encontraba el bebé (ya que él podía verlo desde dentro), este contestaba que estaba durmiendo.