El Juicio Final

Día final...

A pocas horas para finalizar el juicio del siglo. El ambiente era festivo en la gran sala primigenia, incluso se podría decir que hasta orgásmico. Los asistentes no dejaban de murmurar. Aquello parecía una demencial gallera que por cierto, gracias al creador habían sido abolidas. Los abogados, nerviosos, preparaban los últimos alegatos cada quien en su posición de acusador y defensor.

—Hoy es el día —se decía asimismo el fiscal—. No habrá más excusas y al fin el acusado será sentenciado como manda la ley universal.

Mientras...

—Solo un milagro podrá remediar tanto daño —justificaba con vergüenza el abogado defensor debido al papel que le había tocado representar—. Sin embargo, todos tenemos derecho a un juicio justo. Incluso el más vil de los criminales.

Los crímenes presentados durante el juicio fueron:

*Guerra
*Contaminación
*Miseria
*Exterminio de las especies.
*Indiferencia
*Exterminio de su propia estirpe
*Placer por la matanza
*Placer por la destrucción
*Discriminación de género y estatus social
*Mala educación
*Robo de bienes
*Enriquecimiento sangriento
* Y el peor de todos: el canibalismo del poder.

Cada día, el acusado ha intentado justificar sus acciones nefastas. Han transcurrido siglos de derramamiento de sangre en nombre del bien común. En el nombre de la paz, ha provocado grandes guerras solo para robar tesoros naturales de alto valor económico y así poder conquistar el mundo bajo el antifaz del "héroe". Con ayuda de los medios de comunicación masivos ha invadido cada hogar, propagando de manera subliminal, el virus más letal: "Somos los buenos", "Somos los superhéroes", "Confien en nosotros", "Somos libertadores de pueblos" ... Cuando en realidad son unos malparidos y vulgares ladrones que para seguir con la supremacía apocalíptica requieren de los tesoros de otras latitudes. He ahí su estrategia de invasión: "No libertad" "Lo tuyo nos pertenece" y nosotros los borregos que ciegos vamos al matadero.

Finalmente, el mundo ¿despertó? y a la mierda mandó su falsa bandera de solidaridad.

No ha hecho falta nombrar al acusado. Todos sabemos quién es. En el proceso de investigación, embargos de propiedades y cateo de cómplices; han sido mandado al exilio a todos los traidores y colaboradores que cuál Judas Iscariote vendieron sus almas al demonio verde y ni así alcanzaron la felicidad.

Todo está en bandeja de plata. Solo nos queda esperar el veredicto final. Ya se encuentran en la sala: el juez, el jurado, el fiscal, el abogado defensor y el acusado.

El silencio ha ocupado el mayor lugar. Todos tienen algo que decir. Todos los involucrados deben considerar y poner sus conciencias en sincronía con la justicia universal para recuperar los espacios que por derecho ancestral nos corresponde como hijos del planeta, respetando las leyes y reconociendo el derecho y el deber que nos une.

El veredicto está en las manos del juez. Ya no hay vuelta atrás para el acusado... Pero aún surge una interrogante que nos hacer dudar sobre la decisión del árbitro principal...
¿culpable o inocente? He ahí la cuestión. Juzguen ustedes mismos y respondan a conciencia.

Fin.

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