CASTILLO DE NAIPES

CAPITULO 1. animales en cautividad.

                POV NATALIA.

Hay animales que no saben vivir en cautividad, y en cuanto se ven encerrados entre cuatro paredes se van quedando rígidos... dejan de comer, de beber, hasta que al final se mueren. Nadie se explica porqué, es como si algo de su naturaleza, en lo más profundo de su ser, les dijese que es preferible morir a vivir, sin libertad. 

Así me sentía en numerosas ocasiones, como un perro en una perrera. 

Menos mal que tenía a mis dos mejores amigos a mi lado; Pablo y Marta, que son como hermanos para mí. Por circunstancias de la vida, Pablo y yo coincidimos en el orfanato cuando éramos niños, a los años llegó Marta, y bueno poco más que contar sobre este tema.

A los 18, Marta y yo salimos de la perrera (palabrita que me gusta usar, no os ofendáis), fue pisar la calle, el mundo adulto, y  nuestro amigo ya nos estaba esperando con dos chavales más con un techo bajo el que dormir. 

Llevábamos poco más de un año conviviendo todos juntos en plan comuna hippie, y la verdad que no me podía quejar; comíamos todos los días y estábamos pendientes unos de otros. 

Estaba tan metida en mis pensamientos, que no me enteré de que mi amigo me llamaba.

Nat tía, que estás empaná, que si quieres una cerveza- Me pregunta mi amigo.

-Si, claro, cuándo te he dicho que no a una birra.- le contesto con una sonrisa a modo de disculpa.

Seguimos andando por las calles casi vacías de Madrid. Once de la noche, y en pleno verano,

¿qué más podía pedir?- 

Entre risas, y algún que otro empujón, llegamos a una plaza, pequeñita pero bien iluminada. La plaza de la luna, dispuestos a beber cerveza y pasarlo bien....

POV ALBA.

Saco el móvil del pantalón, y miro el reloj, las 11:30 de la noche. 

¡¿Pero estas chavalas dónde se han metido?! pienso enfadada volviendo a guardar el móvil en su sitio. Al momento, escucho a mis dos amigas gritar mientras se acercan corriendo hacia mí.

Joder, Alba, perdona tía, ha sido culpa de esta que ha llegao tarde, ... ya sabes- Se disculpa María dándome un sonoro beso que me hace sonreír.

Pero que morrazo tienes tía, si he llegado super puntual no te creas nada.-Contesta mi otra amiga justificándose. No puedo evitar soltar una sonora carcajada,  que cuadro de amigas que tengo.

Comenzamos por fin a andar, hacia Malasaña, zona elegida por mi amiga Maria para variar, tampoco me voy quejar, para una vez que mi trabajo me permitía tener unos días de descanso, quería darlo todo. 

Chicas, que os parece que cojamos unas latillas de un bazar, y nos las bebemos por ahí?- Pregunta María pasándonos el brazo por encima a mi amiga y a mí.

Joder Mari, que punky eres..- Le espeta Sabela riendo. 

Sabela es otra de mis mejores amigas, nos conocemos desde el instituto prácticamente,  y desde entonces no nos hemos separado. 

Punky porqué? por no querer que nos roben y tengamos que pagar 3 pavos por un botellín?, Ay Sabeliña, desde que tienes un trabajo decente, te me estas cayendo-Le contesta la rubia para picarla. 

 Sabela comienza a discutir con ella de manera amistosa. Entre  piques y bromas seguimos andando a nuestro destino, cuando de repente  mi amiga Maria, se para en seco y nos mira sonriente. 

Hemos llegado- Confirma ella.

Es una plaza pequeña  pero a mi me vale... No hay mucha gente cosa que agradezco, porque odio las multitudes... algo bueno tenia que tener currar en verano y no salir de la capital, que tienes todo Madrid para ti.

Voy al chino, y compro un par de cervezas y nos las bebemos aquí, os parece?.- Pregunta Maria mientras tiende la mano, para que le demos el dinero. 

Asentimos las dos con la cabeza, y le tendemos cada una un par de monedas. La vemos alejarse en dirección a la tienda y nos sentamos Sab y yo en uno de los bancos a esperarla. 

Por cierto, que con la loca de nuestra amiga no te he preguntado, cómo llevas las practicas en el hospital tía?- Me pregunta interesada. 

Me dispongo a contestar, pero un eructo proveniente de un grupito que tenemos un poco alejado de nosotras me interrumpe. Me quedo asqueádada a mirarlos , y observo que dos de las chicas que van con él están riéndole la gracia.

¿porque la gente era tan maleducada?, no se dan cuenta que no están solos y pueden molestar a alguien o qué? 

Sab comenta su desagrado conmigo por lo ocurrido hace unos segundos a lo que interrumpe a mi amiga la llegada de Maria con una bolsa llena de latas de cervezas.

Que chicas, listas para quemar Madrid..?- Pregunta Maria sonriendo.