oo

983 130 29
                                    


Sus suaves cabellos dorados eran iluminados por pequeños rayos de sol que se escapaban de entre las nubes y su delicado vestido de encaje ondeaba gracias a el sutil viento que soplaba aquella mañana.

A Jinsoul nunca le podía faltar su paseo matutino, pues según ella, la ayudaba a aclarar su mente y empezar el día de mejor humor.

Le encantaba poder escuchar el cantó de las aves, la sensación de el viento acariciando su rostro, y el sonido de sus majestuosas alas, aleteando detrás suyo.

Una vez concluida su actividad, voló de vuelta a su hogar para posteriormente ir a trabajar.

Acababa de concluir los casos que se le habían asignado la semana anterior, así que esta semana se le asignarían cinco casos nuevos para completar.

Verán, Jinsoul trabajaba como un Ángel Cupido y "Cupido" no es precisamente un bebé regordete que lanza flechas al azar y empareja personas en el nombre del amor, de hecho es un sistema bastante complejo, casi como una empresa, formada por cientos de ángeles alrededor del mundo que son entrenados desde pequeños, para hacer que cada persona en el mundo encuentre a su alma gemela, aunque no siempre lo lograban.
Pero, en vez de ser un rascacielos en el que se labora, es un castillo de preciosa arquitectura ubicado en las nubes.

La rubia era bastante popular en su lugar de trabajo, pues se desempeñaba de maravilla y era conocida por "crear" parejas duraderas y felices, algunas incluso llegaban al matrimonio, lo cual era considerado como un éxito, ademas de que trabajaba con suma rapidez.

Se le entregaron los casos con los que lidiaría aquella semana y comenzó a leer los nombres y perfiles de sus próximas "victimas" Son Hyejoo, Kang Seulgi, Im Nayeon, Bae Joohyun... Kim Jungeun.
Su corazón se detuvo, Kim Jungeun, conocía ese nombre ¡Por supuesto que lo conocía! Ese nombre había estado dando vueltas por todo el castillo desde hace semanas y había sido transferido de ángel en ángel, todos incapaces de conseguirle una pareja, algunos incluso fallando en sacarla de su apartamento.

Había rogado porque no le asignaran aquel caso, pero al parecer sus plegarias no habían sido escuchadas, pues ahí estaba ese folder rosado con el nombre de la susodicha.

Además de que le sería extra difícil, pues la regla número uno era que tenían prohibido interactuar con sus clientes.

cupid love | lipsoulWhere stories live. Discover now