will you marry me?

296 40 19
                                    


*Pueden ver el vídeo antes si gustan o después*

La noche había caído repentinamente, temblaba de pies a cabeza y se sentía un completo cobarde, pero ya habían pasado muchos años, por los cuales espero pacientemente, ya era hora.

Vestido de traje azul noche, cargaba consigo un gran ramo de rosas rojas, y a su costado iba su pequeño amigo de cuatro patas.

- Ya falta poco Bongsik, ¿estás listo? – no esperaba que respondiera un "sí, ya relájate tonto", a cambio solo escucho un "miau" de su parte, lo miraba completamente extraño. El vídeo que había preparado para Jaemin estaba a punto de culminar, aún no se explicaba como podía hacer tantas cosas por él, pero si el resultado era una sonrisa impregnada en su rostro, entonces él haría hasta lo imposible.

Había bastantes personas en la sala, amistades, familiares, pero solo él junto a Bongsik estaban escondidos detrás de escena. La pantalla se puso en negro y las luces se encendieron automáticamente. Silencio.

Subió el primer escalón, pero Bongsik salió corriendo, había visto una pequeña mariposa a lo lejos. La correa del minino jaló a Jeno consigo, lo cual hizo que se cayera en pleno escenario.

- ¡Bongsik! – gritó – ese no era el plan – se levantó sacudiéndose un poco lo que se había ensuciado - ¡traidor! – una pequeña risa se escuchó a lo lejos, y fue ahí cuando recién aterrizó en realidad, todos habían visto como se había caído y la manera en la cual le reclamaba al gato, pero solo alguien logró captar su atención, como siempre, y ese era Jaemin, su precioso nana. Sus ojos conectaron, él se estaba riendo, pudo sentir como los colores se le subían al rostro por completo y se dio medio vuelta para esconderse tras bambalinas nuevamente.

Las rosas destrozadas, el gato correteando a una mariposa, nana riéndose por su caída, ese no era el plan que tenía en mente, todo se había arruinado. Quería llorar.

Unos pasos se escuchaban en el escenario, alguien se acercaba, se giró para ver de quien se trataba, y era él, con Bongsik cargado en brazos. Aún lucía su preciosa sonrisa, la cual, iluminaba todo su mundo.

- Nana... - habló.

- Shhh... - lo calló delicadamente – me encontré a este pequeñín rondando por ahí y llegó a mis brazos.

- Lo siento, no era así como tenía que acabar – habló con la cabeza gacha.

- Hey! – le tomó del mentón para levantarle la mirada – eso fue gracioso no lo niego, pero único – sonrió – gracias.

- Yo... bueno... es que Bongsik... ay – no lograba ordenar sus palabras y solo provocaba unas risitas en su amado por lo tierno que se veía.

- ¿Esas son mías? – preguntó señalando el ramo de rosas que llevaba en sus manos, varios pétalos habían caído y solo unas cuantas rosas habían sobrevivido.

- Se supone que sí – murmuró cabizbajo.

- ¿Se supone? ¿Ya no lo son? – preguntó intrigado.

- No, bueno sí, pero no así, ay nana, en serio lo siento, había planeado algo bonito y ahora todo se arruinó.

- Es perfecto – le robó un beso en los labios. Cada que lo hacía, lo hacía sentir en casa, gracias a esa calidez que siempre lo caracterizaba – Vamos, sigue con lo planeado – lo animó.

- Pero ya no es una sorpresa nana.

- Jen...

- Bien.

- Ese es mi chico.

- Bueno, yo – y el gato escapó de los brazos de nana – Bongsik no otra vez – cayó rendido en el suelo.

- ¿Qué pasa amor?

- Nana, no sé que ocurre con Bongsik hoy, tenía un bonito ramo de rosas para ti, había conversado con tus padres desde hace mucho, y alquilar esta sala de cine me costó demasiado, y no hablo de dinero, sino de convencer a los dueños, ya que esto no se renta, así que tuve que pedir muchísimo para poder tenerlo hoy para ti, porque sé que es tu cine favorito, aquí fue nuestra primera cita – hablaba demasiado rápido - yo en serio quería proponerte matrimonio de la mejor manera, per-

- Espera, ¿matrimonio?

- Eh? ¿No era obvio?

- Yo creí que te referías al viaje que habíamos hablado antes.

- Nana, pero la canción...

- Oh, ahora todo tiene sentido – se rascó la cabeza.

- ¿En serio no se te paso por la mente eso? – le preguntó y él solo se encogió de hombros en forma de disculpa – Oh genial! Acabo de arruinarlo más.

- Pero...

Y Bongsik volvió a aparecer, nana lo tomó en brazos y comenzó a hacerle mimitos, y es ahí cuando recién se dio cuenta de lo que tenía colgado en el collar, una pequeña caja rosa. Lo tomó y dejó al gato suavemente – Oh! – dio un pequeño gritito al abrir la caja, llamando la atención de Jeno. Ok, ahora había descubierto el anillo, ¿acaso algo más podría salir mal?

- Jeno, está precioso – habló entusiasmado.

- Nana, trae aquí eso – le habló aún desde el piso, solo quiso que la tierra se lo tragase, su suerte era única.

Jaemin lo miro enternecido, él había planeado todo estoy por ciertas circunstancias no había salido como lo planeó, no quería que se sintiese mal, pero tampoco sabía como animarlo. Se agachó hasta llegar a su altura y lo tomó por los hombros – Jeno, sin importar la manera en que me lo hayas pedido, yo te amo – le dedicó una sonrisa tímida – hemos pasado tantos momentos juntos, buenos y malos, nos conocemos desde pequeños, te conozco y me conoces a la perfección, somos una misma persona, una sola alma y me encantaría pasar el resto de mis días a tu lado, así que – Jeno le puso un dedo en los labios – Shh... eso me corresponde a mí – le sonrió, arrancó una de las pocas rosas que estaban intactas y se arrodilló ante él – Na Jaemin, ¿ me harías el honor de casarte con este tonto loco, enamorado de ti?

Con lágrimas en los ojos y voz temblorosa respondió – acepto Dotori – y ambos se unieron en un efusivo abrazo para posteriormente darse un beso, uno que anhelaban tanto como si fuese la primera vez.

Aplausos se escucharon en toda la sala y ambos se separaron asustados, voltearon para ver, pero nadie estaba cerca mirándolos, intercambiaron miradas extrañas y alguien gritó – Hay cámaras ahí atrás – para luego dar pase a sonoras risas.

Ellos solo atinaron a reí y sonrojarse por lo que había sucedido, después de todo, fue la propuesta más única, que había recibido en la vida, lo amaba tal y como era, de pies a cabeza, Jeno era su mundo y sabía a la perfección, que los sentimientos eran mutuos.

Fin.

*Es una corta historia que hice como obsequio para aquellas personas que me dieron amor en todo este tiempo, espero que haya sido de su agrado, los quiero mucho <3 

Marry You ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora