𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙡

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𝙴𝚖𝚋𝚘𝚜𝚌𝚊𝚍𝚊.

Sexto día de la semana, incesante el calor que sofoca a los ninja criminales que en aquella cueva yacen, uno de ellos con hebras doradas y el otro con hebras similares al color de la menstruación.

-¡Hmmp! ¡Cuánto más tendremos que esperar a que lleguen los demás Danna!- Exclamó alterado el rubio.

-Tranquilo Sasori, sólo han pasado seis minutos desde que llegamos, es más, mira. Allá viene el par de payasos.- El pelimentru...digo, pelirrojo señala a dos figuras posadas en la entrada de la cueva, eran Itachi y Kisame, tan serios e intimidantes como siempre.

Los recién llegados se agrupan con el dúo artístico y poco a poco van llegando los demás, hasta que finalmente aparece la pareja líder, todos se paran sobre la gran estatua e inician con la reunión.

-Bien... ya que no falta nadie, podemos iniciar. Hidan, dime porque chinga*s me pediste que organizara una reunión aquí en un pinche sábado, espero que valga la pena haberme perdido el descuento de 2x1 en McDonald's.- Vociferó el líder pelizanahoria, la furia por perder su cajita feliz se notaba en la voz.

-¿¡Pero que chuchas?! ¡Si fuiste tú el que me dijo que quería organizar una reunión! ¡No pinche mames gay con piercings!- Hidan se puso a la defensiva con ese comentario y estuvo a punto de acercarse a Pain para madrearlo pero una mano se interpuso entre él y el zanahoria.

-Calma... piénsenlo con calma. Si no fue ninguno de nosotros, entonces alguien más nos citó aquí, pero... qui-..- Un estruendoroso sonido interrumpió la frase intelectual de Itachi, todos voltearon hacia el lugar de origen. Súbitamente, la poca luz que había en la cueva se desvaneció, todos se pusieron alerta a acualquier ataque sorpresa, pero lo que sucedió después nadie lo hubiese esperado...

Una cortina de humo apestosa cubrió todo el lugar, tan apestosa como los gases de Tobi después de comer frituras, todos los Akatsuki comenzaron a tocer sin parar, algunos lograron dejar de inhalar aquella sustancia pero lo que no sabían era que con una pizca era suficiente para quedar completamente paralizados, y así fue, absolutamente todos se quedaron inmóviles mirando hacia la zona oscura de donde provenían los pasos, cada vez sonaban más fuertes, una gran figura aparece entre la oscuridad, justo frente a los renegados, pero casi no se le podía ver.

-¡Prendan la luz, coño!- Gritó Sasori tratando de safarse de la parálisis.

Y se hizo la luz, uno de los intrusos oprimió el interruptor de luz que había en la...cueva, sí, eso. Eran tres, tres ninjas con banda regulatoria de Konoha, algunos reconocieron al ninja que copia y otros al rubio con bigotes al que anteriormente habían intentado capturar, habían una ninja médico de cabello oscuro con ellos, pero a quién le importa sus nombres, total sólo es relleno en esta historia.

-¡Sorpresa! Yo los reuní aquí y les tendí esta trampa por orden de Lady Tsunade, así que... en exactamente siete segundos sus cuerpos se transformarán en adorables niños de cinco años, ¿No les parece adorable y brillante?- Explicó el albino con una sonrisa y felicidad en sus ojos, esperó los segundos contados y ploff, todos los Akatsuki se reducieron en tamaño desapareciendo la parálisis, todos parecían confundidos, algunos empezaron a correr en círculos y otros a llorar.

-Bueno banda, métanlos en los costales y llevémozlos a Konoha antes de que venga la ONU.- Kakashi repartió bolsas y costales a todo el equipo y estos iniciaron con la captura de los temibles chibi-akatsuki.

La Guardería AkatsukiWhere stories live. Discover now