3. Parte

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Ojos brillantes angustiados por ver lo mismo una y otra y otra vez. Tú decidiste dejar huella en este mundo sombrío y yo todo lo contrario. Piel de porcelana que cuando te tocan tengo miedo a que te rompan. Nadie se fija en ti tanto como yo. Pero tú permites que todos estén contigo como enjambres desesperados con el único fin de llevarte a la cama. 

Te ves iluminada por la luna llena, pero todo lo que observo en ti no deja de ser otra triste descripción de una mujer superficial, y aun así, yo estoy loco por ti ¿Por qué? No obtengo respuesta en mi mente. 

No obtengo un titulo en belleza, pero tengo algo que a ti te falta y es amor propio, te analizo como un obseso por todo tu interior y tú ni siquiera te das cuenta de mi presencia, solo sigues mostrando lo que sabes hacer: vender tu belleza a cambio de nada. Sigues las masas de la multitud, vives en una sociedad donde las prioridades están invertidas, lo espiritual ocupa un lugar receptivo, mientras lo físico/material tienen un rol dominante. 

 Cómo una persona puede acercarse a alguien como tú, ¡esto no puede estar pasando! me quitas mi control sobre ti, no me dejas otra alternativa que seguirte a cada paso. No me ves, no, nunca lo haces, otra vez otro hombre en la cama, pero no puedo dejar de mirar, y otra vez se repite día tras día. Otro día más enloquezco y me voy acostumbrando a tu salvaje persona. No me inmuto, yo sigo aquí, inmune a esos salvajes que no son dignos de ti, pero tu tampoco eres digna. Te hartaste de ser y te vendiste como una cualquiera. 

Finges tan bien, joder, te encanta ser así. Como un día cualquiera me dispongo una vez más a vigilarte, pero hay algo fuera de lo normal, justo cuando acabas de venderte de nuevo a otro hombre, sin saber como es o quien es, joder, como puedes hacerte esto, es enfermizo, te veo insatisfecha. ¿Qué ha sucedido? ¿Acaso no llegaste a tu orgasmo, acaso no te trató bien? ¿No te amordazó bien? No, no es nada de eso. 

 Te conozco tan bien, tanto que en cuanto pude ver tu cara te cansaste de seguir así, te rindes, te has dado cuenta de cuanto daño te has hecho. Llegas tarde, el tiempo pasa muy rápido pequeña, y a veces, aunque no sea lo que queramos, llegamos tarde como quien llega tarde a su trabajo, así de simple. 

 Te has hundido tanto, te has dejado dañar tanto que te acostumbraste todos los días a venderte como una muñeca, ahora estas sucia, te sientes humillada y buscas desesperadamente a alguien que te saque, pero ahora que te has dado cuenta, ya no hay nadie.Te quitaste la vida porque no suportabas la humillación. 

Ahora no hay nadie a tu lado. Echaste un vistazo a tu alrededor, abriste la ventana y te giraste una ultima vez, esperando que alguien te ofreciese su ayuda, pobre de ti, crees que siempre estuviste sola, crees que nadie quiso estar a tu lado, y esa mentira destruyó un millón de historias, la tuya, la mía, la nuestra.

 Echaste un vistazo a tu alrededor, abriste la ventana y te giraste una ultima vez, esperando que alguien te ofreciese su ayuda, pobre de ti, crees que siempre estuviste sola, crees que nadie quiso estar a tu lado, y esa mentira destruyó un millón...

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EfímeroWhere stories live. Discover now